La planta, de 3.000 metros cuadrados, se está terminando en el Parque Industrial de Roldán, provincia de Santa Fe.

“Hasta ahora estamos cumpliendo con las metas y los plazos que están planteados en el proyecto”, sostiene Ezequiel Sala, quien generó la idea y la inversión para el montaje de ‘Bionbax – a biotech Company’, la primera planta de producción de bioplásticos (phb), que emerge a ritmo sostenido en el Parque Industrial “P. Jorge Oldani” de la ciudad de Roldán, provincia de Santa Fe. 

“El plástico es un gran problema para la humanidad. Podemos ver artículos periodísticos y noticias tremendas de la contaminación ambiental, en mares y océanos, e incluso hay reportes científicos de la presencia de plástico en la sangre, algo así como 15 partículas microplásticas por gramo de tejido venoso”, sostienen desde la compañía. 

El bioplástico o biopolímero no es una novedad, aunque su uso no es masivo. Hasta hace unos años ingresaba a la Argentina proveniente de algunos de los países que lo producen a escala, como Irlanda, Estados Unidos, China, Corea, y no muchos más. Eso terminó con las restricciones a las importaciones. En nuestro país hay ensayos, prototipos, pero nunca han salido más allá del laboratorio.

Producción a escala

Con el desarrollo y producción a escala de bioplástico (poli-3-hidroxibutirato – PHB), Bionbax ofrecerá un insumo cuyas aplicaciones y empleo no conocen de mensura, dada la variabilidad de usos, que van desde la cotidianeidad (como un sorbete, vasos, tapas, envases); la salud y el mejoramiento de la calidad de vida (prótesis e insumos medicinales); y también otras producciones como biogás sin riesgo ecológico; por citar algunos.  

Bionbax firmó un acuerdo con el Jerzy Haber Institute of Catalysis and Surface Chemistry de la Academia de Ciencias de Polonia, instituto pionero a nivel mundial en el desarrollo de tecnología para la producción de biopolímeros. De allí proviene el PhD. Maciej Guzik, quien arribó el pasado 20 de marzo a Argentina, y se suma al equipo de Bionbax para liderar el desarrollo para la producción de biopolímeros en la Planta Industrial de Roldán. 

Guzik homologó su tesis en la University College de Dublín, y basó su investigación en la conversión quimio biotecnológica del polietileno en el polímero biodegradable polihidroxialcanoato (PHA).

Sala invirtió en fermentadores que llegarán desde Colombia, en junio, para el montaje de la primera línea de producción de biopolímeros. Son cuatro fermentadores de diez mil litros de capacidad, dos de cinco mil litros, y dos de mil litros. Una vez instalados y realizado el proceso de ingeniería de calibración, la producción de biopolímeros será en 2024.

Plus de calidad

El bioplástico o biopolímero es cada vez más utilizado en la industria precisamente por su característica de biodegradabilidad. El proceso de fabricación es netamente biológico y, para su producción, se utilizarán fermentos y deshechos derivados de otros procesos industriales, como el lactosuero de las queserías, los deshechos de la caña de azúcar, el glicerol, frutas y otras economías regionales, por citar algunos. 

Buena parte de la materia prima usada en esos procesos industriales captura Carbono (gana más de lo que emite), por lo cual será un plus de calidad para el biopolímero que se produzca.

También se apunta que de acuerdo al tipo de residuo que se use para la producción de bioplásticos será el destino. Hay un amplio abanico de demanda, ligada a la medicina, al embalaje o packaging, y muchos más. 

Gran expectativa 

La inminente concreción de la primera planta de producción de biopolímeros en nuestro país ha generado reacciones positivas en ámbitos científicos y académicos, así como en bioindustrias que ya están en contacto con Bionbax.

Ezequiel Sala y Maciej Guzik mantuvieron sendos encuentros con referentes de la Cámara Argentina de Biotecnología y Grupo INSUD; la cátedra de Bioeconomía de la Facultad de Agronomía de la UBA; la Bolsa de Comercio de Rosario; Laboratorio Max Planck de Biología Estructural, Química y Biofísica Molecular de Rosario (UNR); entre otros, habilitando interesantes caminos a compartir. 

También estuvieron en la Embajada de la República de Polonia en Buenos Aires y en el Consulado de Rosario.

Por Alejandro Guerrero

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