Argentina, a pasos de comercializar Harina de Insectos, muy rica en proteínas
Se realizó en el primer Encuentro Nacional sobre Insectos para consumo Humano y Animal, organizado por SENASA, INTA, INTI, la SAGyP; cuyo objetivo es equilibrar la dieta nutritiva y prevenir futuras hambrunas.
Conversamos con el Ingeniero Diego Zabala, líder de la Cámara -de reciente creación- que nuclea a los Productores de Harinas de Insectos y nos puso al tanto de la evolución de este mercado. Surge, así, una gran oportunidad de negocio, ya que la harina con base en grillo se convierte en una producción alternativa de proteína.
“En realidad, también ocurre -más allá de la FAO, que es un organismo rector para el tema de alimentación- que surge una gran oportunidad de negocio, de mercado, para aquellos que pensamos que las proteínas con base en grillo, resulta una producción alternativa de proteína”, indicó.
Ante el problema de alimentación mundial sostiene que la producción de este tipo de proteínas contribuirá a la solución. “Nuestros ancestros se alimentaban de insectos hace muchísimos años. En el mundo hay una gran oportunidad de proveer estas proteínas. En eso Argentina está demasiado atrasada, muy dormida diría. Entonces, un grupo de proyectos, de empresas, de emprendedores, estamos tratando de activar los resultados del Estado, necesarios para lograr las reglamentaciones y hacer de esto una cadena de valor”, dijo.
– ¿Son pioneros en Argentina en la producción de harina de insectos?
Nosotros tenemos un producto en Santiago del Estero, donde estamos construyendo la primera bio fábrica de harina de insectos, puntualmente de grillos. También hay dos o tres proyectos importantes que van a fabricar otro tipo de insectos, como es la harina de mosca ‘soldado negro’. Esta es una utilización estrictamente para consumo animal. En el caso de la harina de grillos es para consumo humano. Somos 3 o 4 empresas que ya estamos construyendo las plantas y también hay otro tanto que está en fase de idea-proyecto o master-plan.
Con estas empresas, entre las que estamos un poquito más adelantados y otras un poquito más en fase de planificación, conformamos una Cámara -gremial empresaria- que es la Cámara Argentina de Productores de Insectos para Consumo Humano y Animal (CAPICHA).
Nos unimos porque hoy la actividad de producción de insectos no está reglamentada, es decir, nosotros podemos hacer instancias de diseño y desarrollo de productos, podemos hablar con potenciales clientes de todo el mundo, pero no podemos ni producir, ni comercializar legalmente. La realidad es que, al no estar reglamentado, no podemos más que dar una instancia de investigación y desarrollo.
En la historia de la humanidad hubo y hay consumo de insectos. Hay países que ya están produciendo este tipo de harina. Al haber organismos del Estado organizando esta jornada, parecería que el camino está allanado para una inminente autorización ¿o no?
Por decirlo de alguna manera, y llevándolo a una comparación futbolística, el mundial de insectos se está jugando, hay una gran oportunidad para Argentina y para el mercado latinoamericano, los equipos están, en los distintos emprendimientos privados, como también los resortes u organismos del Estado. Falta definir la cancha.
Ese es el objetivo nuestro, a través del evento que hicimos el otro día (la Jornada Nacional) y distintas actividades que se vienen haciendo desde hace mucho tiempo, solicitando al Estado que articule o que nos marque la cancha, porque necesitamos reglamentar la actividad. Lo que está pasando es que, si bien hay intención real de inversores para este nicho, convencer al inversor de que invierta en una actividad que no está regulada no resulta fácil para quienes estamos continuamente con inversores y formulando el proyecto.
En el caso de Brasil, por ejemplo, ya tiene reglamentaciones y una industria un poco más pujante, ya que tiene reglas de juego claras.
¿Qué tipo de instalaciones son necesarias para la cría o proceso del grillo? ¿Está bien decir cría?
Sí, claro, está bien decir cría, reproducción, faena; y después viene una etapa de deshidratado y molienda, con lo cual todo lo que se puedan imaginar de cómo se hace, es así. No tiene ningún secreto, más allá de algunas variables y algunos procesos muy específicos con temperaturas, con vapores, con cuestiones que son normales de la industria, acá no hay nada raro, ni tan innovador, sinceramente.
Aquí hay algo especial para la industria, ya que esto no tiene el impacto ambiental que tienen otras industrias.
Correcto. Esto tiene dos puntos que son diferenciadores de otras industrias. La primera es que, tanto el grillo, como la larva de mosca, y algún otro insecto más, se alimentan de residuos industriales, o se pueden alimentar de residuos industriales junto con algún mix de algún cereal, alguna oleaginosa y demás. Entonces, primer punto, las empresas hacen generalmente un acuerdo con otras empresas de producción de alimentos que tienen un residuo y eso contribuye positivamente con el ambiente natural; el segundo punto, muy importante en todo esto de economía circular, es que la producción de harinas de insectos requiere muchísimo menos espacio y menos agua. El consumo de agua es, diez veces, y hasta treinta veces menor, comparado con un kilo de otra proteína que proviene de otro origen, como por ejemplo vaca, pollo, cerdo, etc.
Esto no viene a competir con esa proteína de ninguna manera. Se dijo en algún medio que dejábamos de comer carne y pasábamos a comer insectos, eso es totalmente falso. Simplemente es que este tipo de proteínas tienen valores nutricionales súper interesantes y se producen siguiendo los objetivos de desarrollo sustentable (ODS) de la ONU, con lo cual, desde ese punto de vista, es muy sustentable el proyecto. De hecho, hay algunas empresas que se fondean con fondos internacionales que tienen que ver con los ODS 2030 definidos por la ONU.
¿Cuál es la posibilidad de que esto sea combinable con algunas otras proteínas u otros ingredientes? ¿Será parte de un futuro alimento balanceado?
Exacto. Uno puede pensar en (Alejandro) Marley comiendo bichos en cualquier parte del mundo. Eso también existe, eso es comer proteína directa, sin duda. Pero en nuestro caso, nosotros les agregamos valor a este tipo de productos porque se genera una materia prima industrial, una harina; y esa harina va a ser utilizada tanto para consumo humano o animal, para la formulación de nuevas harinas o productos sustentables o nutricionalmente aprobados por la nueva sociedad de consumo. Esa sociedad es mucho más responsable en sus hábitos de alimentación y demás.
Estuvimos en algunas exposiciones mostrando lo que desarrollamos y los jóvenes, sin dudarlo, remarcan que va por ahí. Tienen mayor conciencia de sustentabilidad y están dispuestos a consumir alimentos con parte de harina de insectos.
¿Cómo es en cuestión de volumen? ¿Cuánta harina de grillo se puede producir?
Mejor preguntemos ¿Cuánto le manda el mundo?. Para nosotros, que estamos arrancando casi infinito, porque los mercados centrales de este producto, llámese Asia, Estados Unidos, Europa, tienen volúmenes de consumo muy elevados para la sumatoria de todos los proyectos que tenemos en Argentina. No movemos la aguja, hoy.
Justamente, la Cámara es, o intentamos que sea, un multiplicador de inversiones y de empresas que generemos un volumen importante, para ser competitivos, por un lado y, por otro lado, la gran cantidad de mano de obra que se genera a través de esta producción.
Datos:
-Actualmente en Argentina, hay dos proyectos (uno en Rosario y otro en Balcarce) que han recibido inversiones del exterior, hay otros emprendimientos de laboratorio. El de Zabala está construyendo la planta piloto en Santiago del Estero. Pero en ninguno de los casos puede vender todavía.
-Un pan formulado con 15% de harina de grillo y 85% de harina de trigo, prácticamente duplica el valor de proteínas. Con muy poca harina de grillo se mejora notablemente las condiciones nutricionales.
-En muchos países tiene un uso muy variado, desde alimento balanceado para mascotas, hasta en formulaciones para barras de cereal.
-Hubo casos de emprendimientos que se mudaron a Brasil porque en Argentina aún no está autorizada la producción y venta.
-El sector privado vernáculo ya está listo, preparado, para salir a dar respuestas a las demandas internas y del mundo ¿Podrá hacerlo pronto?
Por Alejandro Rafael Guerrero
Imágenes aportadas por el ingeniero Diego Zabala
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