En San Antonio de Areco la tradición se viste de gala para mostrar sus atractivos.

El sol se alza en lo alto del horizonte pampeano, pintando el paisaje con sus tonos dorados. El viento susurra al oído de los visitantes mientras caminan por San Antonio de Areco, una encantadora localidad situada a solo 113 kilómetros de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Conocida como la «Capital Nacional de la Tradición», se destaca por su rica herencia gauchesca y su preservación de las tradiciones y cultura criolla.

El pueblo tiene un ambiente pintoresco y acogedor, con calles empedradas, edificios coloniales bien conservados y plazas llenas de historia. Uno de los mayores atractivos de San Antonio de Areco es el Museo Gauchesco Ricardo Güiraldes, que ofrece una valiosa colección de objetos relacionados con el gaucho y la vida rural del pasado. La inauguración fue el 16 de octubre de 1938 y fue una auténtica fiesta que movilizó a toda la comunidad. El pueblo acompañó con fervor los discursos, las demostraciones, los bailes y la música en los actos de apertura de esta emblemática institución de tradición criolla.

La primera donación de colecciones fue realizada en 1938 por Manuel Güiraldes, padre del escritor. Allegados, vecinos e instituciones siguieron su ejemplo a lo largo de los años, enriqueciendo el acervo del Museo Gauchesco Ricardo Güiraldes y patrimonio del Parque Criollo hasta el presente. 

Facundo Zarich, es guía del Museo y nos relata: «En cuanto a las piezas del Museo, todas tienen su importancia afectiva al mostrar al gaucho y su cultura a través del patrimonio material. Sin embargo, en cuanto a las piezas destacadas se podría mencionar a los manuscritos de Ricardo Güiraldes y las primeras ediciones de sus libros. Ya que Ricardo, se encargó de mostrar/defender al gaucho y su cultura en el mundo, a través de la literatura. Consideramos que el espacio no tiene que ser un gabinete de curiosidades, sino que tiene que tener una función educadora. Contar a través del patrimonio la historia del gaucho y su cultura«.

Con su arquitectura tradicional y su amorosa dedicación a la cultura gauchesca, el Museo Gauchesco es un testimonio tangible de la identidad argentina y un tributo a las raíces que sustentan al país. Al adentrarse en sus salas, los visitantes no solo observan objetos antiguos, sino que se sumergen en un viaje en el tiempo, en el que la esencia de los gauchos vive eternamente.

«El Museo desea reflejar, con sus muestras y actividades, la esencia de la comunidad de San Antonio de Areco, un poblado de alrededor de 30 mil habitantes que ha sabido conservar todos los aspectos de un pueblo de la llanura pampeana. Los mismos habitantes son los custodios de las tradiciones, costumbres y usos”, enfatiza Zarich.

En un mundo moderno y cambiante, donde los valores y tradiciones se desvanecen rápidamente, el Museo Gauchesco Ricardo Güiraldes se alza como un faro de resistencia y resiliencia. Es un viaje mágico al corazón de la Argentina rural, un homenaje a aquellos que lucharon por su libertad y preservaron las tradiciones que definen al país.

Por Sergio Romano

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