Desde hace más de 20 años el emprendimiento apícola “El Árbol” está instalado en el noroeste cordobés. En un espacio idílico donde se pueden disfrutar conocimientos y los más exquisitos sabores de las mieles autóctonas.

En el noroeste cordobés, en el límite con La Rioja, se encuentra San Marcos Sierras, la “Capital de la Miel”. Las páginas web de turismo aseguran que “conocerla es viajar en el tiempo a aquellos famosos años ´60 y ´70, cuando el hipismo invadió el mundo con sus códigos, ropas y una filosofía de vida muy particular”.

Claudio Jaroszewski, a sus 50 y tantos años, logró la paz que tanto buscaba junto a su familia, en un monte cordobés, pegado al río y entre sierras. Ahí estableció hace más de dos décadas su emprendimiento productivo y educativo: el Parque Temático Apícola “El Árbol”.  

A tono con las vivencias del pueblo, Jaroszewski le escapa a las nuevas tecnologías, y por necesidad laboral se comunica a través de la telefonía celular, aunque maneja sus tiempos con total tranquilidad, sin las urgencias de las grandes urbes.

“Este emprendimiento tiene más de 20 años, es un Parque Temático Apícola y además tenemos una marca de miel”, describe el emprendedor, y comenta que reciben grupos de turistas y gente interesada en conocer sobre la producción de mieles, biodiversidad, simbiosis y la interacción entre plantas y abejas.

Especial énfasis puso el productor en la función educativa del emprendimiento, “siempre damos charlas tratando de mostrarle a la gente la importancia que tienen las plantas y las abejas para la existencia toda”, subraya. 

El Parque recibe de manera anual y gratuita a unos 60 colegios de todo el país, y principalmente de Córdoba, que pueden acceder a las colmenas de observación, participar de charlas informativas, y disfrutar de la exposición y venta permanente de objetos de arte.

“Te invitamos a recorrer El Árbol, a conocer las plantas que proveen de néctar y polen a nuestras abejas. A internarnos en la intimidad de la colmena, a conocer su mundo y así ver cómo trabajan y qué función cumple cada una de sus integrantes. Cómo es que fabrican desde hace más de cien millones de años, estos nobles productos, y cómo podemos acceder a ellos sin perjudicar a la colmena”, señala la invitación a visitar el Parque Temático. 

Mieles El Árbol

Apicultor de alma, Jaroszewski explicó que la producción de miel del emprendimiento se vende en todo el país, y desde hace un tiempo trabajan con mieles monofloras, aprovechando las escalas florales de la región.

Esta característica se logra gracias a contar en la zona con montes autóctonos, con árboles que van floreciendo en distintos momentos del año, y entonces “aprovechamos para sacar mieles con dominio floral de la planta de cada período. Tenemos de algarrobo, mistol, chañar, jarilla, atamiski, poleo, quebracho blanco y colorado”.

La comercialización sigue siendo dentro del mercado local, pese a que intentaron en algún momento exportar, pero la burocracia los pasó por arriba: “Nosotros somos gente de trabajo más que de papeleo, entonces decidimos no vender al exterior, el mercado nacional nos da para vender bien acá”.

La producción anual de El Árbol ronda los 100 mil kilos, que se venden en alrededor de 800 comercios en toda la Argentina. Junto con la miel orgánica, elaboran productos que derivan de la colmena como cremas, cerveza de miel, jabones, licores, repelentes, alfajores de miel y propomiel, un preparado de miel, polen y propóleo. 

“Este año compramos una cremadora de miel, o sea que tenemos miel cremada, que tiene mayor palatabilidad, y es un producto que le gusta mucho a la gente”, informó Jaroszewski. 

Claudio no tiene tierras propias, por eso “usamos campos de gente que nos da permiso o nos alquila su lugar para poner las colmenas. Es mejor producir en distintos campos, porque si tenés todas las colmenas en un solo lugar, si cae piedra y perdés las flores, no podés cosechar nada”.

El emprendimiento tiene una especie de eslogan que reza: “Respetar los procesos naturales es la raíz de El Árbol, porque democratizar esta forma de vida, es su objetivo”.

Por Pablo Salinas

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