Inteligencia emocional, la clave para liderar equipos
En un mundo cada vez más tecnologizado, la habilidad de interpretar y gestionar las emociones de un equipo de trabajo se presenta como fundamental para la consolidación de una empresa o emprendimiento. Sobre esto charlamos con Federico Lyford-Pike, director de Capital Humano Agro.
Expoagro (E): ¿Cuáles son las habilidades técnicas más demandadas en el agro hoy?
Federico Lyford-Pike (FLP): Cada sector tiene sus requerimientos bien específicos y aún así, hay lineamientos que son aplicables a todas las posiciones.
Por ejemplo, si se trata de un semillero, al incorporar un/a profesional, debo segmentar:
a) Si se trata de un/a joven profesional a formar, tiene que tener alguna práctica de campo o vivencia pre profesional vinculada con la producción de semilla, que esté enviando algún indicio de que es una actividad para la cual tiene especial vocación como para desarrollar su plan de carrera.
b) Si se trata de un/a profesional con experiencia, tiene que demostrar que ha trabajado en multiplicación de semillas, o investigación y desarrollo o en análisis de líneas genéticas según el cultivo a trabajar, etc. Estos requisitos técnicos los determinará con toda precisión la empresa que solicita la posición, en base a la función y responsabilidad específica que se requiera en ese momento.
Este ejemplo sirve como criterio de capacidades trasladables a cada una de las amplias actividades del sector agro-alimentario, por ejemplo, si se buscara un perfil comercial.
E: En términos de educación y formación ¿qué tipo de preparación se busca en los nuevos candidatos/as para roles en el agro?
FLP: Desde la década de los ’90 la cadena agro alimentaria a nivel global ha expandido sus actividades de una manera exponencial. Y esta tendencia continúa potenciada en los últimos años con todo el desarrollo digital y ahora, con la inteligencia artificial. De modo que la preparación será bien específica para cada sector.
A propósito menciono la inteligencia artificial (IA). Lo que distingue a las personas de la IA es esencialmente un tema de educación general, que se adquiere en el entorno familiar y con una buena educación primaria y secundaria. Destacaré los siguientes: a) Amabilidad, “buena onda”, que es la disposición para tratar con los compañeros de trabajo y en la atención de los clientes, en forma amable y cordial. b) Colaboración. Trabajo en equipo. A medida que las empresas crecen y tienen diferentes Unidades de Negocios, sin querer, se van formando “compartimentos estancos”, aislados unos de otros. Inclusive, puede haber unidades que estén en otros países, como el Área de Sistemas o mismo, ciertas áreas de producción. En este contexto es cuando más que nunca hay que colaborar y esforzarse por trabajar en equipo. c) Paciencia. Todo va muy rápido, el mundo está muy acelerado y los celulares y los WhatsApp “vuelan”, y a veces unas personas captan más fácilmente “cómo viene la mano” de un nuevo negocio o un nuevo desarrollo de sistemas, y otros, no tanto. Son diferentes velocidades y es comprensible que así sea precisamente porque somos seres humanos. Por eso, en las empresas hay que tener paciencia y darle tiempo para que otros colaboradores puedan captar y adherirse a los nuevos emprendimientos o nuevos desarrollos que las empresas estén encarando.
Insisto en que estas 3 características, son fruto de la educación de las personas, comenzando por el hogar y complementada con una buena educación primaria y secundaria, en donde idealmente se incluya la práctica deportiva, porque enseña a jugar en equipo, a ganar, a perder y a ser buenos compañeros.
E: ¿Qué nos puede decir de las habilidades conocidas como “blandas”?
FLP: Es natural y propio de cualquier emprendimiento/empresa que desea y pueda crecer (como es el caso del sector agro argentino, que las personas que son incorporadas, ya sea como jóvenes profesionales o ya con cierta experiencia) que, si a la empresa le va bien, más temprano que tarde, les tocará asumir nuevos desafíos que impliquen liderar equipos de trabajo y por ende, liderar personas. En este nuevo rol, las capacidades técnicas son básicas pero entran a tallar las “habilidades blandas” que, en definitiva, tienen que ver con la inteligencia emocional.
Dirigir y coordinar equipos es esencialmente gestionar emociones y para la tarea de liderazgo, algunas personas tendrán más facilidades que otras, pero en esencia, hay que prepararse y capacitarse.
Las emociones son generadas en forma subconsciente y se manifiestan como sentimientos. Entonces, hay que ser capaces de percibir si en el equipo hay sentimientos negativos que obstaculizan los avances y el desempeño en general. En empresas grandes, hay áreas de gestión de personas con especialistas que podrán manejar estas situaciones delicadas. Pero en empresas medianas a chicas, que son la mayoría, no las hay. Entonces, el líder deberá encontrar los espacios y los momentos adecuados para formular la pregunta ¿cómo te sentís?.
Este es solo un ejemplo concreto de aplicación de las “habilidades blandas”, pero hay otro mensaje: todas las personas que deseen avanzar en su carrera laboral/profesional, aunque su trabajo sea muy técnico, deberán desarrollar su inteligencia emocional para cuando les toque dirigir equipos de trabajo.
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