Turismo rural: Tandil combina tradición y naturaleza

Turismo rural: Tandil combina tradición y naturaleza

Se aproximan días de descanso por feriados y viajar por el país para explorar lugares y adentrarse en la amplia gastronomía que ofrecen las zonas rurales, resulta un plan imperdible. Colmado de pintorescos pueblos, el turismo rural en Argentina invita siempre a descubrir una faceta diferente del país, donde la autenticidad, la tranquilidad y el emprendedurismo son los protagonistas.

Explorar los tesoros escondidos del campo argentino y vivir una experiencia única de conexión con la naturaleza y la gastronomía local, es uno de los objetivos del segmento turístico que invita a conocer la cultura nacional plasmada en cada rincón y actividad rural desplegada a lo ancho y largo del país. María Elena Valdez, licenciada en Turismo y guía turística en Tandil, provincia de Buenos Aires, cuenta que comenzó a trabajar con un grupo de emprendedores locales en el año 2014, adhiriendo también al Programa de Cambio Rural, como asesora hasta el 2024.

María Elena Valdez.

“Tuvimos como objetivo desarrollar y promover una amplia propuesta de turismo que relaciona: lo productivo mediante experiencias gastronómicas en pueblos y parajes de alrededor de Tandil”, explica Valdez y agrega que como guía turística trabaja de manera activa en la región «desarrollando nuevas propuestas de visitas a pueblos, productores y creando experiencias para que no sólo los turistas se acerquen o vuelvan a Tandil, sino que también muchos tandilenses conozcan detalles sobre la riqueza local”.

Propuesta turística tandilense y sus ventajas

Las experiencias más destacadas que propone la zona de Tandil son: cata de quesos, tardes de té con pastelería tradicional en almacenes de campo, visita a planta apícola y tambos, queserías y fábricas de chacinados. María Elena Valdez, habla de proponer a los visitantes experiencias basadas en permacultura – filosofía de vida sostenible que se basa en observar e imitar a la naturaleza-, mediante paseos a circuitos con atardecer en el campo y comida al disco en la naturaleza. Recorridos a pie por los pueblos descubriendo sus historias de indios, gauchos y estancieros, fiestas populares, museos locales, etc.

Una ventaja con la que cuenta el turismo rural en Tandil es que ya es marca registrada avalada por un renombre y la calidad de sus productos ya sea en alojamiento como en gastronomía”, destaca la profesional y agrega que la cercanía entre pueblos y parajes facilita mucho realizar paseos. “La ciudad de Tandil cuenta con una importante plaza de alojamiento que funciona como base de estadía para que los visitantes puedan llegar a los pueblos, durante el día, ya que se encuentran entre 20 y 50 kilómetros de la ciudad”, explica.

Turismo rural, accesibilidad y el rol del guía turístico

Valdez destaca que debido a las características geográficas de la zona serrana donde la geografía presenta terrenos agrestes, senderos y escaleras. “El turismo rural es una muy buena opción para visitantes con movilidad reducida o adultos mayores, como así también para una familia con chicos. Aquí es donde la función de guía turístico se pone en juego ya que conoce la propuesta de cada lugar y puede brindar soluciones adaptadas a cada necesidad del visitante”, señala y agrega que en relación al vínculo con el productos local “los guías nos acercamos a los referentes de cada emprendimientos y somos una especie de capacitadores sobre cómo deben contar sus propuestas gastronómicas a los turistas.”

Gastronomía impedirle en paraje Cuatro Esquinas

Romina Somi.

Romina Somi, tambera y productora gastronómica de quesos de cabra y oveja en Tandil, junto a su marido Fabián y sus hijos Nicolás y Julieta, llevan adelante su proyecto gastronómico basado en productos lácteos. “Producimos con leches finas de ovejas: dulce de leche, yogurt, ricota, cremas, quesos. Y contamos con un almacén de campo que funciona como restaurante y lleva el mismo nombre del lugar donde está ubicado que es el paraje Cuatro Esquinas, en Tandil”, explica la productora gastronómica.

El proyecto familiar inició en el año 1998, “como bar y boliche de campo, durante 16 años”, fue atendido por el papá de Romina. En el año 2002 la familia adquiere una majada de ovejas tizonas o lecheras y desde ahí producen lácteos. “Luego, incorporamos el restaurante y actualmente el proyecto productivo y el servicio gastronómico van de la mano. Fue un trabajo que nos llevó varios años pero hoy ya estamos instalados en la oferta de turismo rural de Tandil”, comenta Somi. El almacén está abierto de lunes a viernes de 10 de la mañana a 15 horas y los fines de semana  de 10 a 17 hs. Mientras que el restaurante abre los fines de semana, pero en semana puede ofrecer comida al paso, picadas o sándwiches.

Paz, naturaleza y confort en un entorno rural

Claudio Machado.

Claudio Machado, dueño del alojamiento y paraje rural Cerro Redondo, comenta que para el próximo feriado de Carnaval “ya está casi todo reservado”. El complejo propone cuatro cabañas de madera » entre las cuales una de ellas está totalmente adaptada para personas con movilidad reducida”, explica el emprendedor rural.

“Nos encontramos ubicados a 10 kilómetros de la ciudad de Tandil y nuestro proyecto pertenece al programa ´Cambio Rural Turístico´. La propuesta se basa en que los visitantes tengan contacto con la naturaleza. El complejo está organizado en una superficie de 3 hectáreas y cuenta con una majada de 50 ovejas. El complejo también propone un espacio en un quincho con la posibilidad de hacer un asado al fogón para 20, 25 personas. Ofrecemos la posibilidad para que los visitantes puedan pasar su estadía acompañados de sus mascotas”, conlcuye Machado.

Por Marizú Olivera Orquera

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