Rodolfo Bongiovanni: “Medir la Huella de Carbono es una brújula para saber en qué dirección ir”

Rodolfo Bongiovanni: “Medir la Huella de Carbono es una brújula para saber en qué dirección ir”

 

El especialista desempeña un papel destacado en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), ya que coordina la Plataforma de Análisis de Ciclo de Vida y Huellas Ambientales. Su trabajo, que lleva cerca de quince años, se centra en evaluar el impacto ambiental y agregar valor en las cadenas agroalimentarias mediante herramientas como la economía circular y el análisis de ciclo de vida. Además, impulsa innovaciones que contribuyen a la sostenibilidad y competitividad del sector agropecuario.

La huella de carbono representa la sumatoria de gases de efecto invernadero emitidos por una persona, institución, programa o producto, y es la medida de uno de los impactos que provocan las actividades de la humanidad sobre el ambiente. Cómo medir la huella de carbono en los diferentes segmentos de la cadena productiva relacionada a la agroindustria, es una tarea que el INTA lleva a adelante en conjunto con el INTI.

Rodolfo Bongiovanni, referente del tema, nos explica que “la Huella de Carbono en nivel global es de cincuenta mil millones de toneladas y el sector agropecuario en Argentina, debido a su importancia, aporta un impacto muy alta a nivel país.”

Expoagro: ¿Podría explicarnos cómo los sistemas productivos agropecuarios inician su medición de huella de carbono y por qué es importante que el sector implemente este tipo de mediciones?

Rodolfo Bongiovanni: Dentro de los impactos ambientales producidos por la actividad industrial el más conocido por todos es la huella de carbono por su relación con el calentamiento global. En el sector agropecuario la medición se puede realizar a nivel empresa o a nivel producto. En síntesis, a nosotros nos interesa medir el impacto ambiental en el marco de una cadena de valor que termina en un producto que se puede certificar, o bien a las diferentes actividades que realiza una empresa agropecuaria que necesita observar dónde está la fuente de sus emisiones. También en INTA trabajamos lo que es la declaración ambiental de producto, mediante un sistema europeo EPD.

Sobre el por qué es importante implementar mediciones de huella de carbono…. En la actividad agraria podemos decir que se tiene dos miradas: sostenibilidad ambiental y sostenibilidad económica. La primera está basada en la sostenibilidad  y la segunda hace foco en la ventaja competitiva que la medición de huella de carbono trae al mercado.

Existe la necesidad de identificar qué problema debido a la actividad humana y la cantidad de habitantes sobre la tierra relacionado al calentamiento global y su repercusión en el cambio climático. El año pasado fue el año más caluroso de la historia que marcó un promedio de incremento de 1 grado 55, por arriba de los niveles pre-Revolución Industrial. En tanto, conocemos que el límite tolerable de calor de la tierra para que la vida del ser humano se pueda desempeñar con calidad no puede ser mayor a 2 grados. Frente a este escenario las comunidades o empresas pueden o adaptarse y emigrar buscando hacia los polos del planeta o trabajar en mitigar y reducir, lo que nos lleva a tener que medir.  

E: En términos prácticos, ¿cómo se calcula la huella de carbono en un sistema productivo típico? ¿Qué factores o variables se consideran?

R.B: Aquí lo que se debe tener en cuenta es dónde se encuentra el foco de emisiones de la actividad que se realiza. Por ejemplo, si el origen de tus emisiones son los fertilizantes, debe observarse el uso, aplicación y todos los detalles sobre esa actividad y lo mismo si se analiza que el origen de la emisión la realiza el uso de combustibles, y aquí se desglosa qué variedad de gases emite cada acción en el campo y se realizan los equivalentes correspondiente para construir un inventario de ciclo de vida donde se tiene en cuenta todo lo que se usó para producir un producto determinado que puede ser una tonelada de grano, un kilo de carne, etc. En ese recorrido se observa lo que ocurre  dentro del campo en la pre-tranquera, luego dentro del campo.

E: ¿Qué prácticas de manejo más eficientes podrían implementarse para reducir la huella de carbono en los sistemas productivos?

R.B: Un ejemplo concreto podría ser la implementación de Urea, que tiene diferentes formas de tratamiento que permiten reducir la cantidad de gases que se producen no por la implementación sino por el uso de los mismos. Otra práctica que permite la mayor eficiencia en la línea productiva es implementar las cuatro R, por ejemplo en la fertilización y su relación con la agricultura de precisión que implica que cuanto más control tengas del uso del fertilizante  y sobre su aplicación en el campo de trabajo, menor va a ser tu impacto ambiental. Hablamos de una técnica de gestión que mediante ella se optimiza la cantidad de impacto no solo sostenible sino económico. Y también se podría remarcar la implementación de bioinsumos, que en este caso Brasil está trabajando muy bien.

E: ¿Cómo puede la tecnología contribuir a la reducción de la huella de carbono en el sector agropecuario? Y cuáles son las prácticas recomendadas para lograr una certificación de huella?

R.B: La bioeconomía como tal, se define como el conocimiento aplicado a la biología y en este sentido si no solo observamos la biología sino que también la analizamos  y realizamos el proceso de biomimesis consistente en observar y emular soluciones de la naturaleza para resolver problemas humanos, seremos las eficientes en la producción de consumo de bienes. Claramente el bioetanol nos presenta una eficiencia cinco a uno ya que se invierte un megayul de energía para obtener  cinco megayuls. Nosotros decimos que medir la Huella de Carbono resulta como un faro, una brújula para saber en qué dirección ir en materia de implementación de prácticas sustentables en este caso en la actividad agraria. Si miramos las soluciones basadas en la naturaleza a la hora de secuestrar carbono, para nosotros una de las alternativas en la que se enfocan los estudios es la forestación, que resulta un opción muy conveniente. También se puede implementar el aumento de la materia orgánica del suelo mediante la siembra directa o a través de los cultivos de servicio que no solo protegen los suelos de la erosión sino que también aportan materia orgánica y existe aquí un potencial muy grande en aprovechar soluciones a la mitigación, mediante opciones basadas en la naturaleza. En nuestro trabajo cuando hacemos estudio de huella implementamos el método de las Normas ISO denominado  Análisis  de Ciclo de Vida del producto y medimos no sólo lo que ocurre a nivel del suelo, sino todo el ciclo de vida del mismo.

 

E ¿Cómo está Argentina y la región adhiriendo o implementando este tipo de prácticas que aportan sostenibilidad a la agroindustria?

R.B: Se podría indicar que Argentina se encuentra en una implementación a un nivel medio alto y esto se debe al trabajo que se realiza desde el INTA y el INTI desde hace casi quince años. Esto permite que cuando se solicita cierta información de nuestros productos como industria agraria, contamos con muchos trabajos realizados y la caracterización de la huella de carbono y su declaración ambiental que facilita a la hora de hablar con un comprador o cliente. Brasil también se encuentra muy avanzado en este aspecto, en tanto su alta huella está relacionada a la deforestación del Amazonas, mientras que Uruguay presenta algunos avances por el lado de la ganadería y Colombia resulta ser un país muy avanzado en estos procedimientos. 

Por Marizú Olivera Orquera

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