Expoagro reservó un sector para que jóvenes innovadores pudieran presentar sus herramientas. Tradición y tecnología confluyeron fuertemente en el living vanguardero.

El campo es evolución constante. Y de ello puede dar cuenta la Zona Joven, un espacio implementado por Expoagro donde nóveles innovadores dan a conocer herramientas aggiornadas a las necesidades del siglo en curso. La planilla de Excel, instrumento casi imprescindible para el ciclo de negocio del agricultor, hoy se observa como la prehistoria de la tecnología aplicada. Y frente a una sociedad cada día más ávida de contar con instrumentos que rompan con la tradición, el living vanguardero se ofreció como el espacio ideal para la interacción juvenil, productores y, por qué no, inversores siempre atentos.

Lucía Novellis, referente del espacio, explicó que el living vanguardero se trató de un segmento dentro de la zona joven, en el cual empresas jóvenes promovieron diferentes herramientas tecnológicas. Fueron nueve livings, donde concurrieron infinidades de visitantes, muchos de los cuales ya habían acordado su presencia vía redes sociales. Otros, curiosos, se entusiasmaron con lo ofrecido a través de pantallas y plataformas. Un combo ideal para el desarrollo, el despegue y la concreción de unos cuantos negocios, más allá de que inicialmente, más de uno se daba por satisfecho con “presentarse y hacerse conocidos”, reveló Lucía.

Tratándose de un segmento joven, el centro de atención estuvo en las nuevas aplicaciones generados por el software. Por caso, Auravan, cuyo CEO y cofundador Leandro Sabignoso ofrecía prescripciones de fertilización variable a partir de imágenes satelitales y drones. Rescató el “clima de negocios”, un denominador común a lo largo de toda la edición 2017 de Expoagro, que permitió evacuar las inquietudes de “gente de todo tipo: productores, asesores y hasta meros curiosos interesada en la tecnología”. Pero subrayó la presencia de posibles inversores “que a la firma le viene muy bien”.

Más allá de que la impronta renovadora, desde Auravan concluyeron en que la gente de campo fue a buscar “soluciones para problemas actuales” y no enfocarse en alternativas que puedan llegar a ser útiles en un futuro mediato. “Definitivamente Expoagro es una plataforma donde los jóvenes emprendedores deben considerar fuertemente participar. Este es el lugar donde se concretan los negocios, por lo que siempre hay que intentar estar”, afirmó.
En tanto, Jorge Calvigioni, de SprayGurú, se manifestó en una dirección similar. Y planteó que las relaciones comerciales establecidas en el marco del living vanguardero serán de “muchísima utilidad en el mediano y corto plazo”.

Un lector de tarjetas hidrosensibles para dispositivos móviles con sistema operativo Android fue la herramienta con la que desembarcaron en la Zona Joven. “Presentar el producto y cerrar un par de negocios fue importantísimo para nosotros”, destacó Calvigioni, quien se mostró orgulloso de ser, también, “parte de la historia de Expoagro”. SprayGurú tuvo su lugar en la primera dinámica agrícola digital desarrollada en el tecnódromo, experiencia a la consideró como “excelente y muy creativa”. “Que SprayGurú haya formado parte de esa dinámica fue un gran orgullo”, acotó para enorgullcerse de “su” herramienta tecnológica que, a través del teléfono, permite escanear con muy buena precisión los datos, compartiendo la información instantáneamente. “Es un aplicación única en el mundo. Somos vanguarderos en serio”, se congratuló.

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