Lo que pasa en el campo

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Códigos QR para conocer toda la historia del huevo al pollo

Si bien desde hace más de 20 años está vigente el sistema de trazabilidad en la producción avícola para carne, en el último tiempo se incorporaron importantes mejoras. El uso del sistema QR permite a los consumidores conocer al instante todo el recorrido del producto en el sistema productivo.

Argentina cuenta en la actualidad con un sistema compuesto por, aproximadamente, 3800 granjas dedicadas a la producción de carne de pollo. La trazabilidad es un valor agregado para la industria avícola de carne, que agiliza la identificación de problemas y detección de posibles puntos de mejora en la actividad.   

La producción del mercado avícola nacional ronda los 2,5 millones de toneladas anuales, y los procesadores argentinos están agrupados en el Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA).

Desde esa entidad, Carlos Sinesi detalló que “la trazabilidad o rastreabilidad es la capacidad para reconstruir el proceso histórico de un producto y de conocer su destino más inmediato. Permite seguir la pista del producto de forma ágil, rápida, eficaz y sin errores, a través de todas las etapas de su producción, transformación y distribución”.  

Cabe destacar que en Argentina la avicultura de carne cuenta con un sistema de trazabilidad desde hace más de 20 años, pero con el correr de los años se fueron incorporando nuevas herramientas y sistemas que facilitan el acceso a la información.  

“Actualmente coexisten en el mercado la trazabilidad manual y la trazabilidad a través de un código de barras o QR. Esta última técnica, más novedosa, permite escanear con el teléfono el código de barras/QR del envase y acceder a todos los registros del producto”, describió Sinesi.

Esto permite conocer información “desde ‘los abuelos’ (que son los únicos de la cadena productiva que se importan), pasando por la incubación del huevo, la fecha de nacimiento del pollito, la granja de cría, le fecha y hora de ingreso al frigorífico y llegar al punto de venta del mismo, tanto en el mercado interno como externo”, agregó el especialista.

Orígenes de la trazabilidad

Sobre los orígenes del sistema, nuestro entrevistado apuntó que, por iniciativa de la Cámara, se formó un equipo multidisciplinario de trabajo con la finalidad de elaborar un Manual de Trazabilidad que se utilizaría como base en todas las empresas que en ese momento no lo tuvieran o bien para que rediseñaran el existente.   

En este punto, Sinesi detalló que el sistema avícola nacional cuenta con alrededor de 3800 granjas dedicadas a la producción de carne de pollo, que están ubicadas, principalmente, en las provincias de Entre Ríos y de Buenos Aires, donde se concentra el 90% de la producción registrada en SENASA (Servicio Nacional de Seguridad Alimentaria).  

Otro dato relevante que ofreció el profesional es que el 100% de la avicultura argentina registrada en SENASA cuenta con un sistema de trazabilidad. Paralelamente, comentó que “existen granjas pequeñas, con un galpón, y granjas de mayor tamaño, con más de 20 galpones”, pero aclaró que “la trazabilidad no está sujeta al tamaño de la granja, ya que el objetivo es poder hacer el seguimiento completo del producto. Esto implica un valor agregado para la industria avícola de carne, un sistema que agiliza la identificación de problemas y posibles puntos de mejora en la producción”.

Al mismo tiempo, aseguró que “no existe un doble estándar en la avicultura de carne. Esto quiere decir que tanto el pollo que se consume en el mercado interno, como el que se exporta, cumple con los mismos estándares, procedimientos, seguimientos, controles y normas de calidad”.

De la mano de la trazabilidad van la aplicación de las Buenas Prácticas Agrícolas y de Manufactura, los Puntos Críticos de Control y las distintas normativas, como las ISO, “la trazabilidad permite una mayor calidad e inocuidad en los productos y agiliza las tareas de la autoridad sanitaria. Su existencia permite una mejor articulación público-privada en la gestión del sistema de vigilancia de la sanidad de los animales y de la inocuidad de los alimentos que llegan a la góndola a la que acceden los consumidores”. 

Sistema QR

A nivel nacional, el primer paso en la aplicación del sistema QR para conocer la trazabilidad de los productos avícolas lo dio la empresa entrerriana Fadel. 

Tras cerca de dos años de investigación y trabajo, se logró llegar a esta herramienta que permite a los consumidores ingresar con un código QR que contiene cada envase de productos de pollo de la marca, a la web Trazabilidad – FADEL S.A. (fadelsa.com.ar)

A través de esta web pueden conocer todas las etapas de producción que atravesó el pollo, desde su concepción hasta la faena, con sólo ingresar la fecha y hora publicadas en el envase y seleccionando la imagen del producto adquirido.

Por Pablo Salinas

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