El ingeniero agrónomo Martin Salgado, junto a su familia, inició con la cabaña a principios de 2020 comprando ocho vacas Angus en un remate virtual y hoy ya cuenta con 40 ejemplares, la participación en dos exposiciones y varios premios.

Dicen que los sueños, si se desean mucho, se hacen realidad. Y así le sucedió a Martín Salgado, un ingeniero agrónomo que durante 35 años fue consultor y administrador de empresas agropecuarias, pero siempre supo que quería trabajar su propia cabaña. Así en los primeros meses del 2020, cuando la pandemia por Covid-19 se instala en Argentina y el confinamiento se hace obligatorio, logra concretar su idea y comienza a darle forma a Camino Viejo, “un proyecto familiar para el desarrollo y cría de Angus”, como lo presentan en sus redes sociales.

Si bien desde 2010 Martín estaba a cargo de ese campo ubicado en la ciudad de Azul, provincia de Buenos Aires, que pertenecía al padre de su mujer, cuenta que “hacía rato que tenía en la cabeza lo de tener una cabaña y tratando de darle una vuelta de rosca al negocio, quería armar una que sea de pedigree, no puro controlado, para ampliar el volumen y empezar a reemplazar el rodeo general por estos animales”, y así lo hizo junto a su mujer y sus dos hijos varones.

Un remate virtual, ocho vacas y el comienzo de un proyecto familiar

Para Salgado, el Angus es “la mejor raza carnicera que tenemos en el país”. Por ello, para comenzar a armar su cabaña se inscribió en un remate que tenía la línea genética que le gustaba. Pero, si bien había participado en muchos de estos encuentros, nunca imaginó que los primeros ejemplares de Camino Viejo los compraría por internet. La fecha de las ventas estaba programada para mayo de 2020, a dos meses de iniciada la pandemia, por lo que se suspendió el evento presencial. Pero esto no fue un impedimento ya que rápidamente los organizadores decidieron realizar el primer remate virtual de una cabaña en Argentina.

“Empezó a la 1 de la tarde y terminó a las 8 de la noche”, recuerda el agrónomo. Pero, a pesar de que la transmisión se cortó varias veces, haciendo más estresante la experiencia, el esfuerzo valió la pena. Al finalizar, Camino Viejo ya tenía sus primeras ocho vacas Angus preñadas de pedigree. “La llegada de esas ocho vacas a la cabaña fue un acontecimiento para nosotros, las recibimos con toda la ilusión de ver cómo seguir”.

A paso firme

Poco a poco comenzaron a ampliar el plantel, primero a través de la inseminación de esas primeras vacas con los toros, y a partir del año 2021 con un programa de trasplante de embriones. Esto les permitió crecer rápidamente y hoy cuentan con un rodeo de 40 animales de pedigree conformado por madres, toros que van a salir a venta y terneras para reponer. “A pesar de que todavía tenemos muy pocos animales, le meto presión y selección”, asegura el líder de Camino Viejo.

Para eso, están trabajando en un biotipo de animal “todo terreno”. Es decir, “un animal que se mantenga bien, que no sea necesario suplementarlo antes de entrar a servicio, que tenga bajo peso al nacer, buena recuperación y que se adapte a cualquier clima o suelo. Apuntamos a un animal de un tamaño moderado para que no tenga demasiados requerimientos nutricionales, que sea precoz. También tenemos en cuenta otras características fenotípicas como los aplomos, la profundidad del animal”, explica.

Debutar en las grandes ligas

Incentivado por su amigo, socio y titular de la cabaña San Edmundo -Fernando Hernández-, Salgado debutó el año pasado en la exposición de otoño de Angus en Palermo participando con tres animales en la categoría ternero menor y con una ternera y un ternero hijos de embriones que tiene a medias con Hernández. Para su sorpresa, los animales regresaron al campo en Azul con la cucarda del mejor tercer trío, un cuarto puesto para el ternero negro y una mención para la ternera negra. “Es increíble, la primera exposición que voy me vuelvo con algo”, dice asombrado y recuerda que “eso fue el impulso para ir a la exposición Rural de Palermo un mes después, donde saqué un cuarto premio con un ternero colorado en categoría mayor”.

Con estos resultados, este año volverán a la exposición de otoño de Angus con un ternero, una ternera y un toro de dos años. “La idea es ir a mostrar, no a competir y si venimos con algún premio lo festejamos, sino es una inversión que estamos haciendo para darnos a conocer”, afirma el cabañero.

A pulmón

Martín Salgado, junto a su familia, apostó al sueño de la cabaña propia y, a solo cuatro años de haber comenzado con Camino Viejo, lo está cumpliendo. “Es laburo, inversión, acá se hace todo a pulmón”, reconoce.

Si bien la ganadería es su pasión, Salgado comparte que le mayor desafío fue “iniciar una actividad nueva de la cual desconocíamos infinidad de cosas”. Pero, a su vez en este corto tiempo cosechó importantes satisfacciones, entre ellas “poder haber estado en exposiciones como las que estuvimos y que a la gente le haya interesado lo que hacemos, además pudimos vender”.

Haber comenzado en pandemia, para él “solo fue un ingrediente más pero no fue un freno”. Por eso, cuando analiza el camino recorrido en tan poco tiempo, expresa: “Creo que no estamos haciendo nada raro, sí lo estamos haciendo con mucha pasión y dedicación, tratando de hacer las cosas bien”.

Por Paola Papaleo

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