No puede menos que tener éxito todo el trabajo que se está realizando para que tomemos conciencia de lo que significará para Argentina contar con buenos registros acerca de la captura de Carbono. Este tema ya está en la agenda de entidades públicas y privadas, así como empresas e industrias y productores.

En ese sentido, la ingeniera agrónoma María Inés Di Nápoli aseguró que “hay un compromiso muy serio con el tema del carbono. Estamos todos pensando en la C (emblema del congreso de Aapresid este año), y de qué manera podemos empezar a capitalizar ese aprendizaje. Y es midiéndonos”.

Di Nápoli es CEO y fundadora de PUMA, empresa de base tecnológica que propone desarrollar una agricultura digital sustentable, para facilitar el acceso a los agronegocios sostenibles, y es con ese concepto que fue partícipe del desarrollo de la primera calculadora digital de huella de carbono y agricultura regenerativa, certificada bajo estándares internacionales. Al respecto contó: “Allá en 2021, que estábamos haciendo el lanzamiento del producto, teníamos mucha expectativa y hoy la estamos concretando, porque es de gran interés para las empresas, es de gran interés para los productores empezar a medirse. Es la línea de base para saber dónde estamos parados. Y eso tiene que ver con un propósito, con un compromiso, porque realmente tampoco hay tantos incentivos económicos para hacerlo, sin embargo, el compromiso está. Entonces, en primera medida, contar eso. Hay un gran compromiso de parte de los productores para decir dónde estamos, cuánto es nuestra huella”.

Entusiasmada, apunta que “también hay que aprender de qué es la huella, qué son las fuentes de emisión. Así que, estamos en un lindo momento, no por Puma solamente, sino en un lindo momento con la red. Necesitamos red para poder co-crear, para poder aprender, para poder tener los datos”.

Consultada acerca de lo que cuesta entusiasmar o convencer al productor, contagiándole el compromiso, y aun sabiendo de la posibilidad latente que desde Europa un día digan «si no certificás, no podés vender», Di Nápoli respondió: “Bueno, claramente eso está pasando también. Parecía lejos la regulación europea, pero llegó, llegó y 2025 es la fecha límite, los granos que no tengan la Huella de Carbono no van a entrar a la comunidad”.

Mensurando la seriedad del tema añadió: “En breve va a pasar que, no solamente los que no tengan la Huella de Carbono, sino los que se pasen de esta huella. Entonces, el productor tiene que dar ese paso de medirse, tiene que dar ese paso de entender de qué manera puede cambiar esa gestión”. 

Para hacer viable ese desafío, instó: “El resto de la cadena de valor tiene que acompañar. ¿Y cuál es el resto de la cadena de valor? Los bancos tienen que, y de hecho lo están haciendo, empezar a financiar, ver con qué tasas, para que los productores entren a un sistema que implica medir, que implica cambiar fuentes de nitrógeno, que implica cambiar la logística de los fertilizantes y poder empezar a pensar en fertilizantes líquidos”. 

La buena noticia es que los bancos están entrando: “Los bancos también están necesitando medir su ‘Scope 3’ y para ellos ¿cuál es la limitante?. En muchos casos es una cuestión de propósito, es una cuestión de convicción y en otro caso es también por requerimiento de sus casas matrices. Entonces, es cadena”, expresó. 

También es importante tener una mayor cantidad de datos posibles de Argentina, para no tener que estar siempre jugando en cancha ajena y que las reglas las ponga ‘el otro’. “Absolutamente”, exclamó Di Nápoli, para contar que pronto lanzarán el observatorio de maíz con Maizar. “Con Maizar y, otra vez, con muchas instituciones y empresas que son parte de este proyecto y otra vez volvemos a la red, volvemos a la colaboración, tenemos que ser colaborativos en los proyectos para que podamos crecer todos”.

“Si nosotros podemos mostrar que el maíz de Argentina, como se mostró en Maizar, es el maíz con menor huella del mundo, ¡muy bien!, pero eso fue una foto de la campaña pasada. Necesitamos la película y para filmar la película hicimos el observatorio. Entonces ahora vamos a medir todos los años y lo extraordinario y si querés, sin precedentes, es que todas las empresas van a ceder datos, van a ceder parte de su conocimiento y de sus datos para hacer realidad este proyecto”, destacó.

“Entonces, me parece que es un momento extraordinario, y ahora no hablo como PUMA, hablo como sector, como sociedad, porque estamos entendiendo que es a través de la colaboración la posibilidad de crecimiento. Hay una frase muy interesante, que es dato mata relato, y acá creo que se aplica perfectamente. Decimos, el sistema de siembra directa es espectacular porque no remueve el suelo, porque baja emisiones y porque además contribuye al secuestro de carbono”. 

También tuvo consideración especial frente a un posible corto plazo para la exhibición y/o demostración de los datos. “¿En cuánto tiempo? Ahí lo tenés. ¿Qué peso tienen los cultivos de cobertura? Ahí lo tenés, lo podés calcular. Entonces, dejemos el ‘oscilómetro de dedos, el masomenómetro’ y ésto es, así concreto. Además, eso nos puede ayudar muchísimo, pero ya como una marca país”, concluyó. 

Por Alejandro Rafael Guerrero 

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Fotos: gentileza AgroLink

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