La Virgencita y 500 caballos desfilando a sus pies
Más de 500 caballos homenajearon este 8 de diciembre a La Virgencita en Villa Concepción, pero muchos más fueron los gauchos presentes, peregrinos y visitantes de toda Córdoba y distintas provincias que formaron parte de esta tradicional celebración.
La fiesta patronal
El 8 de diciembre es uno de los feriados inamovibles en Argentina por el Día de la Inmaculada Concepción de María. Este es un día importante para la religión católica y sus fieles, y lo es también para un pequeño pueblo del interior de Córdoba.
Villa Concepción del Tío es una localidad de 2.500 habitantes que cada 8 de diciembre, desde hace décadas, recibe a miles de feligreses de toda la provincia y de distintos puntos del país, que llegan a homenajear a “La Virgencita”. Esta es la forma cariñosa en que el pueblo llama a la imagen de la Inmaculada Concepción, patrona de Villa Concepción y del Departamento San Justo.
“Hay mucha devoción por la Virgen. La devoción data de 200 años según los papeles, pero serían más”, cuenta Rodolfo “Pupito” Martínez (71), vecino y locutor de la localidad. “Vivo acá desde mi año de vida, que mis padres vinieron a un campo de la Villa, y desde que tengo uso de razón la Virgen es realmente convocante. Siempre fue una fiesta imponente, vienen cientos de peregrinos caminando, y ahora no te imaginás la cantidad de ciclistas que vienen, hasta hay una bendición para ciclistas y motociclistas… A la noche es increíble la cantidad de gente que viene de a pie. Este año ya el sábado a la mañana venía gente desde El Tío”.
La Parroquia Inmaculada Concepción de La Virgencita fue fundada en 1884, reemplazando a una antigua capilla. Además, hay registros de que la imagen habita esas tierras desde el 1600. El templo, de gran belleza y dimensión, es desde 1945 un Santuario Arquidiocesano de la Diócesis de San Francisco. El Tío, es la localidad vecina ubicada a 7km de Villa Concepción, desde donde el mayor número de peregrinos comienzan su andar.
Las 5 eucaristías que se realizan el día 8 comienzan a las 4 de la mañana y se distribuyen durante el día hasta la principal, realizada a las 18 hs, que está acompañada de la histórica procesión.
“La Parroquia es considerada la iglesia madre de la Diócesis, la procesión es histórica y la fiesta siempre fue muy importante”, cuenta Betty Muiño (62) quien reside en la localidad desde hace 26 años, pero desde hace casi 43 vive en la zona.
“Vivíamos en el campo y veníamos todos los años, salvo que lloviera a cántaros, veníamos toda la familia en los 2 Falcon llenos. Ya cuando me mudé acá, la primera misa era a las 2 de la mañana, que era para los colaboradores que trabajaban en la iglesia y en la fiesta, ahora esa misa es la de las 4. En realidad, ya el 7 a la noche hay una eucaristía con la que termina la novena y, cerca de la medianoche, está la Coronación de la Virgencita, que es la celebración en la que le sacan a la Virgen la corona que tiene durante el año y le ponen su coronita de oro. Es un evento muy hermoso y emocionante, dura como una misa y viene el Obispo que trae la corona, que durante el año la tienen resguardada en San Francisco… El obispo siempre se atrasa porque la gente ya viene caminando en multitudes para ver a la Virgen, entonces este año justo fue a las 12 de la noche. Y después está la peña ‘Esperando a los Peregrinos’ que organiza el Club 8 de Diciembre… Antes todos se quedaban y pasaban la noche hasta la misa y la procesión del 8, pero ahora la gente se va renovando todo el tiempo, esa multitud que ves, vienen exclusivamente a ese momento. La gente se renueva y siempre está lleno, es impresionante”.
Desde el municipio estiman que entre el sábado 7 y el domingo 8, asistieron a las distintas celebraciones cerca de 40.000 personas. Un recorrido clásico de quienes asisten al evento, es pasear entre los más de 100 puestos comerciales que se distribuyen en la plaza frente al santuario por la ocasión.
El campo y la tradición presente en la fiesta
Apenas uno ingresa al pueblo, comienzan a verse caballos y gauchos que descansan en los patios de las casas de familia, o a la orilla de las calles de tierra, debajo de la sombra de los árboles, hasta que llega la hora del tan especial desfile.
Este año fueron 45 las agrupaciones gauchas de se acercaron a Villa Concepción para rendirle culto a la Virgencita el domingo 8. En total, fueron más de 500 caballos con sus jinetes y múltiples niños acompañando a papás y mamás, gauchos y paisanas, quienes participaron del tradicional desfile gaucho.
Una de esas familias es la de Darío Rinaldi (36) y Vanesa Ludueña (37) que desde Arroyito llegaron a la Villa con sus hijos Agustín de 5 años y Luisana de 12.
Darío (D): Hace varios años venimos a la fiesta patronal. Antes solía venir yo a caballo o en el sulqui con otros chicos amigos, y ahora ya se suma la familia. Este es el primero que venimos los cuatro juntos en sulqui.
Vanesa (V): Ellos siempre salen los fines de semana a sulquiar para el lado de La Curva, El Fuerte… Los años anteriores ellos se venían a caballo y yo venía en la camioneta y los buscaba, pero este año salimos el sábado a las 7:30 de la mañana con el sulqui desde Arroyito, paramos en El Tío, y llegamos a las 12 acá. Venimos por el camino de debajo de la ruta, y si no por la banquina.
Expoagro (E): ¿Por qué vienen?
D: Venimos por tradición, las primeras veces por alguna promesa y después por respeto, por respeto a la Virgen y nuestras creencias. Siempre pidiendo por la familia, el trabajo, la salud, eso es un incentivo también. Y es lindo compartir en familia.
V: También para inculcarle a los chicos, que no se pierda la tradición y las costumbres.
E: ¿Cómo es la rutina de la familia al venir?
D: Cuando llegamos vamos a ver la Virgen un rato, vamos a ver los puestos, después a lo mejor vamos a la Peña y siempre nos volvemos a casa tarde, a las 6 de la mañana. Al sulqui y a los caballos los dejamos acá, del Grego. Y el domingo venimos a la mañana, ya a la espera del desfile.
Luisana, que está montando a la yegua de la familia, va hasta la punta de la cuadra y vuelve. Se acerca a sus papás y pregunta: “Mami, ¿lo puedo llevar al Agus?”, Darío, que la escucha atento le dice: “Manejala un ratito más a esa yegua”. Luisana asiente y orienta al animal hacia el final de la cuadra.
D: Es la primera vez que Luisana la usa para desfilar, por eso le digo movela, usala…
V: La yegua se llama Bandera, y tiene su carácter (de Darío), es la yegua de él, por eso está hecha a él… y este colorado es Cervecero, porque tiene más salidas a los bares…
D: Hace un año que lo tengo y siempre anduvo al pecho, atado al pecho para el sulqui, y hace poco empecé a ensillarlo para hacerlo de andar, porque él de andar no sabía nada.
Luisana vuelve de dar un par de vueltas más con Bandera y Vanesa le pregunta a su pequeño Agustín: “¿Querés ir con la Tata?”. “Sí, me voy”, le responde al instante. “Ahí te sube papi…” le dice la madre, cuando Agus ya se dirigía hacia Bandera y Luisana.
V: Él (Agustín) está entusiasmado porque es la primera vez que va a desfilar con su papá, porque era más chiquitito cuando desfiló acá en la Villa también. Así que está entusiasmado porque hace mucho quiere desfilar con el padre, y como Darío siempre anda con caballos que está haciendo, que está amansando, es medio complicado. Pero este año le dijo: “Bueno, cuando vaya a la Villa te llevo”, entonces ahora lo va a llevar… Esto es lindo para compartir, es tranquilo… pero tiene que gustarte. Los 8 de diciembre es venir para acá, los 24 de septiembre es en Arroyito, sabemos ir a La Francia… siempre que podemos estamos, y mis suegros también, mis sobrinos, mis cuñados también, y nos acompañamos, nos esperan, nos traen las cosas, el mate, hacemos empanadas… nosotros somos los largos que siempre nos quedamos más. Es poca la salida que tenemos y la salida nuestra es esta.
Darío vuelve de ayudar a Agustín a subir al caballo con su hermana.
D: Luisana monta desde los 6 años, ahí ya corría en los juegos de rienda. Y nuestra hija mayor, Candela, también competía, clasificó varias veces para Jesús María y llegó a quedar entre las 20 mejores de más de 100 participantes. A mis hijos les enseñé yo a andar a caballo, a Kevin mi hijo mayor también, y a las nenas les enseñé lo que es el juego de rienda. En mis horas libres estoy todo el tiempo con los caballos.
V: Darío ya viene de familia de amansadores y domadores, y tiempo después de que nos pusimos de novios, hace 20 años, empezó amansando un caballito y se largó, después empezamos con los juegos de rienda y a salir, y ya nos armamos el tráiler.
D: Al sulqui hace tres años que lo tengo y es un amansador, ahí atas caballos chúcaros, es todo de madera con ruedas de palo, es para atar caballos que nunca los han atado, entonces si tiran patadas o algo no quiebran nada. A los nenes les encanta andar en el sulqui.
La familia Rinaldi forma parte de la Agrupación Raíces Gauchas de Arroyito, localidad ubicada a 31 km de Villa Concepción.
D: El que lleva la bandera hoy en el desfile es mi sobrino, que desde los tres años lo llevé a caballo de Arroyito al Tío, ahora tiene 10 años y ya va solo, pero tenía 3 años cuando lo llevé por primera vez… mirá si no les gusta que no dejan, no abandonan. Y ahora está jineteando un petiso del Grego también. Sigue las huellas de la familia.
En un evento tan importante, casi todos los habitantes de la Villa están involucrados con su realización de una u otra manera. El ‘Grego’, es Facundo Gregorio Leguizamón (36), vecino de Villa Concepción y domador, conocido por muchos de los integrantes de las agrupaciones que visitan la localidad.
Grego (G): Hace 25 años que albergamos gente en la casa de mi papá en la Fiesta Patronal, es el legado que me dejó mi papá, él hacía eso, llegaba gente a mi casa a descansar… Y ya hace 2 años que con mis hermanas hacemos esto que nos dejó nuestro padre, que es recibir a la gente, a los peregrinos que llegan a toda hora y van a casa. Ahí lo atendemos, hacemos asado con cuero, vendemos bebidas, atendemos sus animales, les damos de comer, les damos agua…
E: ¿También participás del desfile?
G: Sí, también desfilo, desfilar es un gusto para uno, más en su propio pueblo. Desfilo desde niño, desde los 4 años hasta el día de hoy con la Agrupación Gaucha Cura Brochero, que es la primera que se formó en el pueblo y que es la encargada de la organización del desfile. Solo no participé de dos desfiles por compromisos, porque tengo la suerte de haber ganado en ruedos internacionales en el extranjero, y suelo tener compromisos en Uruguay o en Brasil, y por esa cuestión no pude estar dos 8 de diciembre… pero con este, ya son 30 desfiles en las fiestas patronales de mi pueblo.
E: ¿Desde dónde viene la gente de las agrupaciones con los caballos?
G: Supieron venir desde Buenos Aires, de Salta, de Tucumán, este año hubo de Entre Ríos, Santa Fe, y siempre de toda la provincia de Córdoba. Y el viernes a las 8 de la noche empezaron a llegar los primeros peregrinos, que venían de Devoto… Es una fiesta muy popular que año a año crece, que cuando alguien nuevo viene y se siente bien, al año siguiente vuelve e invita a otro amigo y así se van sumando. Eso hace que sea muy grande y que venga mucha gente, muchos vienen por promesas, otros por la popularidad de la fiesta, otros porque les gustan los caballos y vienen a disfrutar, porque llevan la tradición en la sangre, y otros porque les gusta la joda. Sin duda es una de las fiestas patronales más convocantes de la Provincia de Córdoba.
La fe, la tradición, el encuentro con amigos y la familia, y el disfrute de esta gran fiesta, la vuelven un evento único para un pueblo y una región que cada año espera con ilusión que ocurra.
Tras la fiesta, cada persona y caballo vuelven a sus hogares, casi siempre decidiendo, al año siguiente, volver.
Por Natalí Ruatta Contigiani
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