Esta joven agrónoma asumió en mayo y ya dejó su impronta en la entidad que, en 86 años de historia, por primera vez tiene una mujer conduciendo sus destinos.

El lunes 29 de mayo de este año, Noelia Castagnani, se convirtió en la primera presidente de la Comisión Directiva de la Sociedad Rural de Venado Tuerto (SRVT). El dato sería menor en estos tiempos de igualdad de género, pero lo curioso es que Castagnani se constituyó como la primera mujer en dirigir la institución en sus 86 años de historia.  

A pocos días de la conmemoración del Día de la Mujer Rural (15 de octubre) que se estableció con el objetivo de reconocer el trabajo de la mujer y su contribución en el desarrollo rural y agrícola, bueno es rescatar el caso de esta joven agrónoma, recibida en la Universidad del Salvador, que además se encuentra al mando de la empresa agropecuaria familiar.

“Es un orgullo que cuando tuvieron que pensar en alguien para dirigir la institución pensaron en mí y que apostaron por una mujer para este puesto que hacía 86 años que estaba ocupado por hombres. Después de tanto tiempo se pudo romper el paradigma y está bueno que asuma una mujer, más allá que hacía diez años que había mujeres en la comisión”, describe Noelia con toda la vitalidad que brinda la juventud.

Para demostrar que la posibilidad ya estaba latente años anteriores, Castagnani comentó que “hubo otros intentos de que mujeres ocupen el rol de presidente, pero por cuestiones personales no quisieron tomar el compromiso y la responsabilidad de este cargo”.

Al mismo tiempo reconoció que “en un primer momento dije ni loca me meto en ese lío, pero después el miembro de comisión que me propuso me fundamentó que era muy importante el rol de la mujer en el agro, y que me veía con empuje y ganas para darle un aire fresco a la Rural”.

En el caso de las mujeres todo parece más complicado, porque asumir una responsabilidad dirigencial implica restar tiempo a tareas que por imposición social suelen recargarse sobre un solo género.

“Para mí este es un desafío muy lindo a nivel personal y grupal, porque se incorporaron muchos jóvenes a la comisión, entonces era la transición entre lo nuevo y los que ya estaban, pero logramos conformar un grupo muy lindo, que tiramos todos para el mismo lado, y están saliendo cosas muy buenas”, resume sus primeros meses de gestión Castagnani.

Sobre qué aporta una mujer en la presidencia de la institución, Noelia fue contundente: “Le dimos una impronta diferente porque la mujer es más detallista en determinadas cosas, logramos una apertura más amplia de la Rural. En la comisión somos tres mujeres y el resto varones, y la verdad es que congeniamos muy bien entre todos”.

“El campo es una pasión” es una frase común entre los ruralistas, y Noelia lo explica así: “Yo lo tengo muy naturalizado porque desde que nací iba con mi abuelo al campo, luego con mi papá (Carlos Castagnani, vicepresidente segundo de CRA), después me fui a estudiar agronomía y ahora estoy en el campo trabajando, y nunca tuve un problema, siempre tuve mucho respeto del lado de los hombres y mujeres con que trabajé”.

Su tarea como dirigente comenzó en el Ateneo Juvenil de la SRVT, pero tras un par de años de actividad, por cuestiones de estudio no pudo darle continuidad a la tarea, hasta que retomó integrando durante dos años la comisión, y en mayo de este año asumió la presidencia.

La sangre nueva y femenina, comienza a dejar su impronta en la Sociedad Rural venadense con una serie de cambios que se realizaron en el predio, una multiplicidad de actividades y charlas, y una mayor apertura a toda la comunidad.

Paralelamente recordó que el rol de la mujer en las entidades también se nota en la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe (Carsfe), presidida en la actualidad por Sara Gardiol, que en 2021 recibió el cargo de manos del padre de Noelia, tras 83 años de mandatos masculinos.

El otro antecedente santafesino de mujeres al frente de entidades rurales es el de Zulema Merino, que en julio de 1990 se convirtió en la pionera del país en conducir una entidad agropecuaria, en la Sociedad Rural de la ciudad de Sunchales.

“Yo soy tercera generación de productores en la familia, entonces la sangre ruralista y la producción, son una buena conjunción para estar acá”, resumió Noelia Castagnani.

Por Pablo Salinas

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