En la pequeña localidad bonaerense le rinden homenaje a la producción porcina: su clásica salchicha parrillera.

Ochandio es un pequeño y pintoresco pueblo de la provincia de Buenos Aires que fue fundado en 1907.  Tiene 60 habitantes y se encuentra a 16 kilómetros al oeste de la ciudad de San Cayetano, a través de la Ruta Provincial 85 y a unos 550 kilómetros de Capital Federal; su traza es algo peculiar, se conforma con el circuito del ferrocarril central y de ahí dos enormes triángulos que la encierran, de calles largas y de construcciones bajas que se centran frente a la Estación.

Sus calles tienden la mano a quienes las transitan. El silencio del pueblo hace ruido en los incrédulos visitantes que llegan al lugar y son guiados hacia el horizonte que parece terminar en una porción del cielo. Justo allí, donde se erige la Iglesia “Sagrado Corazón de Jesús”. Fundado en 1950, el templo, que incluye sacristía, secretaría y casa para el sacerdote, es de estilo moderno y conserva todos los elementos clásicos de este tipo de edificaciones: la torre con una sola campana, el coro, el presbiterio con su altar y el confesionario.

La Coordinadora de Turismo de la municipalidad de San Cayetano, Lucia Micaela Camejo, explica: «La Fiesta de la Salchicha Parrillera surgió en el año 2019 desde el Municipio de San Cayetano hacia los vecinos de Ochandio. El objetivo de la propuesta fue revalorizar una de las principales actividades de la zona que es la producción porcina y las distintas prácticas alrededor de esa tarea: las tradicionales carneadas familiares y los productos que se elaboraban a partir de esa materia prima. De esos chacinados se eligió la elaboración de la salchicha parrillera como manufactura “estrella”, teniendo en cuenta su versatilidad y popularidad».

La Fiesta se ha convertido en el evento social más importante para los vecinos sancayetanenses y la zona, especialmente Adolfo Gonzales Chaves y Tres Arroyos. Además de la gastronomía, al evento concurren artesanos, emprendedores y artistas.

Mientras unos hacen la cola para saborear su salchicha: ahumada, clásica, picante y de pollo… hay para todos los gustos;  otros recorren los stands,  disfrutan de los espectáculos, charlan frente a la iglesia, o pasean por el lugar. 

«Poco a poco se va convirtiendo en un festejo tradicional para San Cayetano y especialmente para la comunidad de Ochandío quienes, además de planificar y trabajar durante mucho tiempo para que la fiesta sea exitosa, elaboran los productos a comercializar», indica Camejo. La fiesta se realiza todos los 5 de noviembre.

Ochandio deja traslucir en la fiesta parte de su historia, guardada con recelo por las sucesivas generaciones que aún conservan el espíritu de los antiguos moradores, y que pese a las dificultades, con trabajo y esperanza supieron salir adelante. La Fiesta de la Salchicha Parrillera demuestra que Ochandio está vivo.

Por Sergio Romano

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