El programa “Crecer, comunidades rurales de Trenque Lauquen en red”, fue impulsado por el INTA de ese partido con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los pobladores rurales de la zona. 

En esta ocasión, entrevistamos a Virginia Roca, extensionista de la Agencia de Extensión Rural INTA Trenque Lauquen (que también abarca los partidos de Rivadavia, Pellegrini, Tres Lomas, Salliqueló) quien se vinculó con mujeres rurales desde el 2004 hasta el 2016 a través de otro programa que buscaba la promoción de mujeres rurales y su entorno. Luego, en el 2017, ante la necesidad de continuar con el proyecto, se sumó a la creación  de “Crecer, comunidades rurales de Trenque Lauquen en red”.

Los objetivos son varios: “Incentivar la calidad educativa en las escuelas rurales; lograr que todas las escuelas rurales del distrito estén conectadas a Internet con continuidad y calidad; promover la concientización del cuidado del ambiente y de las buenas prácticas productivas agropecuarias; posibilitar el acceso al agua potable en las escuelas; entre otros”, detallan desde el instituto.

Expoagro (EA): ¿Cómo le dieron forma a esta idea?

Virginia Roca (VR): Junto al colectivo «Trenque Lauquen por más participación», la Municipalidad y la Jefatura Distrital de Educación armamos un grupo al que luego se sumaron la Sociedad Rural, CREA y otras personas de la comunidad relacionadas al ámbito rural para construir un objetivo compartido y trabajar con las comunidades. Luego hicimos un diagnóstico con las 28 escuelas que comprenden el partido de Trenque Lauquen, rurales, primarias y jardines; y a partir de allí llegamos a la gente que vive en el campo y que tiene hijos en la escuela. Realizamos encuestas y talleres participativos en donde hablamos con todos sobre sus necesidades, sus sueños, qué querían hacer y así nació «Crecer comunidades rurales en red».

Nos dimos cuenta que para poder brindar oportunidades hay que estar cerca. A través de referentes en cada zona nosotros podíamos tener más feedback, lo que nos permitió organizar diferentes actividades.

En principio, comenzamos con cuatro: educación, infraestructura, ambiente y capacitaciones. En cada uno de esos ejes, trabajamos proyectos como la salud rural, ya que una de las cosas que nos decían es que en muchos casos no tenían acceso a los controles de los niños o cuestiones de prevención. De esta necesidad surgió un programa de salud rural que recorre todas las escuelas y trabaja con las familias y los niños, haciendo una atención primaria de la salud, desde oftalmólogo, dentista, control médico, vacunación y talleres de prevención y de salud a la mujer.

No solo se enfocaron en la salud, como destaca Virginia, sino que también trabajaron en actividades como teatro, deporte, costura e informática.

Durante la pandemia, el grupo Crecer impulsó capacitaciones online y una nueva iniciativa llamada Turismo Rural cuyo objetivo era promover iniciativas turísticas en zonas rurales del distrito.

EA: ¿Cuál fue la repercusión que tuvo el proyecto?

VR: En un principio estábamos incrédulos, nos preguntábamos qué podíamos mostrar, quiénes iban a venir; hasta que comenzamos a hacer pruebas piloto y nos sorprendíamos de que la gente se sumara, de que hiciera 60, 80 km con caminos que no son tan accesibles para venir. Pero se sumaban y cada vez que hacíamos una propuesta -algunas tienen cupos limitados- se llenaban muy rápido. Vemos que hay interés y necesidad de este tipo de propuestas, donde recuperamos la historia. Seguramente tenemos mucho para aprender y mejorar y lo vamos evaluando siempre después de cada encuentro.

EA: ¿Los proyectos se autofinancian?

VR: Sí, yo soy una de las pocas personas rentadas por el INTA, me dedico full time a esto. Además hay mucha gente de la comunidad que colabora y hay empresas nos donan dinero. El año pasado nos hicieron una donación para que podamos reacondicionar una capilla y la comunidad también nos ayudó.

Por ejemplo, al lado de la escuela hay una casita que se puso en valor, también con ayuda de la comunidad y  de la Municipalidad. En ese lugar se armó el primer Centro Comunitario Rural, donde las personas tienen la oportunidad de reunirse para aprender computación, arte, catequesis; para que las personas que viven en el campo tengan oportunidades de socialización y recreación.

Encontrar estos lugares que han quedado en muchos casos, sin uso, medio abandonados, volver a darles valor y que tengan vida comunitaria es muy importante.

Lo que vemos es que la ruralidad está cambiando, hay mucho interés de la gente en estar cerca de estos lugares, de observar aves, de reconocer la flora, el patrimonio y hay cómo volver a esto. La tecnología ha ayudado mucho, hay mucha gente que deja los centros urbanos y hoy en día regresa a estos espacios y también aporta otro aire y otras ideas.

Virginia explica que son varias las personas que trabajan en esto y que hay muchas comunidades que quieren hacer cosas similares: “La  idea es seguir trabajando en red y que entre todos nos potenciemos y demos respuesta. Hay mucha gente que aporta tiempo, dinero y muchísimas ganas de hacer”.

Por último, resalta que hace siete años que trabajan todos juntos y que todos aportan: “Estamos abiertos a escuchar otras ideas, a compartir y a presentar proyectos”, concluye. 

Por Antonela Schiantarelli

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