Ricardo Orazi: «Me crié con el Angus y moriré con el Angus»
Descubrí la historia y el compromiso detrás de la cabaña La Pastoriza, referente en la cría de Angus en Argentina. Con más de seis décadas de experiencia, su director, Ricardo Orazi, nos comparte su visión sobre la ganadería, la tradición familiar, los desafíos y ventajas de trabajar en la industria agropecuaria del país.
Expoagro (E): ¿Hace cuánto que existe La Pastoriza?
Ricardo Orzai (RO): La historia de La Pastoriza comenzó en 1962, cuando mi padre adquirió un rodeo muy grande, con más de 6.000 animales de todas las categorías. El mejoramiento genético comenzó en ese momento, con la incorporación de toros puros de Pedigree de cabañas de punta, como Meridiana Saucio, Danesa de Firpo y Charles de Guerrero.
Después de recibirme como Veterinario en la Facultad de La Plata, asumí la gestión en 1979 e implementé la inseminación artificial, que sigue siendo una práctica constante en todos nuestros rodeos hasta el día de hoy. Ya a partir de 1981, comenzamos a trabajar con el Puro Controlado y en 1983 con el Pedigree. Desde entonces, hemos seguido mejorando ininterrumpidamente y realizamos nuestros primeros remates en 1985.
E: ¿Cuántas personas forman parte de La Pastoriza y cómo se divide su actividad entre Ganadería y Agricultura?
RO: Nuestra empresa, El Madrigal, SRL, opera en tres campos: uno en Monte, otro en Las Flores y otro en Cañuelas, que suman un total de 6.200 hectáreas. En la empresa trabajan 27 personas en diversas áreas. La cabaña, específicamente, cuenta con un equipo de cuatro personas encargadas de la preparación de los animales.
Y nuestro planteo es ganadero, con un 20% de agricultura; pero hacemos rodeos de cría, recría, engordamos novillos y tenemos un nivel de planteles de Puro Controlado (PC) y Pedigree bastante numeroso: alrededor de 1.500 madres PC y unas 300 pariciones por año de Pedigree, entre pariciones naturales o transferencias embrionarias y fertilización in vitro, que son técnicas que utilizamos mucho.
E: ¿Por qué eligieron la raza Angus?
RO: Yo lo heredé, lo amé, lo amo y lo amaré. Es mi raza por excelencia, me crié con el Angus y moriré con el Angus. Nunca se me ocurrió otra raza, no porque sea ni mejor ni peor, sino porque siempre estuve a gusto y trabajando con el Angus.
E: ¿Y cómo se transmite eso hacia la familia?
RO: Eso es un poco el azar de la vida. Tengo la suerte de que mi hijo tiene la misma pasión que yo. Nosotros vivimos en el campo cuando él era chiquito y siempre nos vio trabajando en esto, nos levantábamos a la mañana a trabajar con las vacas, salíamos a la tardecita, terminábamos de trabajar y bueno, él siempre nos vio.
Después eligió estudiar Licenciatura en Administración de Empresas, pero sin embargo, su pasión son los animales. Tengo otras hijas que le gusta el campo, pero que no tienen esa pasión por las vacas, por eso digo que es un poco el azar de la vida, pero que no deja de ser una satisfacción como para jubilarse tranquilo.
E: ¿Cómo es un día en la estancia? ¿Tuvieron que hacer sacrificios personales por este emprendimiento?
RO: Empezamos temprano, alrededor de las 7 am, con tareas en la manga, inseminaciones, transferencias, cuidado de los animales, preparación de remates, es una tarea permanente; más toda la parte de agricultura. Personalmente, mi día es muy variado, porque estoy en muchas actividades al mismo tiempo, pero trabajamos reglamentariamente y a mucho ritmo.
Yo siempre dije que cuando uno trabaja en lo que le gusta, no trabaja, se entretiene. Y a mí me gusta mucho el campo, lo trabajé toda mi vida, estuve en otros emprendimientos, muchos de ellos que no tienen nada que ver con el campo, pero la pasión que yo he tenido siempre, lo que me gusta es el campo, no me arrepiento de nada, ni tengo ninguna frustración. A lo mejor, en algún momento querría haber hecho alguna otra cosa, sobre todo cuando era más joven, irme a estudiar a afuera, jugar al Polo, tocar la guitarra, qué sé yo. Pero no son frustraciones.
La verdad es que no me puedo quejar, la vida me ha premiado mucho con hacer lo que hago, haber creado mi familia, haber podido progresar en lo personal y haber obtenido muchas satisfacciones, más allá de lo económico.
E: ¿Cómo se prepara un animal para una exposición?
RO: La preparación de un animal, por ejemplo en Pedigree, es un proceso que lleva entre 1 y 2 años. Cada vez que nace un animal hay una gran expectativa y a los 2 o 3 meses ya se empieza a seleccionar, a conocerlo. En resumen, se comienza con la selección temprana de los mejores ejemplares y se sigue con su cuidado, amansamiento y una dieta adecuada. En una exposición, la clave es contar con animales que cumplan con las características deseadas y en la apreciación del jurado, que evalúa el fenotipo y la genética de los ejemplares.
Nosotros, por ejemplo, a los toros los hacemos trabajar, después los encerramos de vuelta, les damos estado y los vendemos en el remate, pero los usamos para evolucionar nuestra propia genética.
E: ¿Cuáles son los desafíos de mantener una cabaña en Argentina, en comparación con otros lugares del mundo?
RO: Argentina tiene inconvenientes económicos y de coyuntura, lo que puede dificultar la gestión de un emprendimiento ganadero. Y en ese sentido, somos un país mucho más difícil que la mayoría de los otros países. Sin embargo, en términos de producción agrícola y ganadera, somos uno de los mejores lugares del mundo. Tenemos un clima súper privilegiado en la región pampeana y es un placer ver cómo producen los rindes de la agricultura, los rindes de la lechería, los rindes de la ganadería, del vino, de lo que se te ocurra.
Hoy el nivel genético de todas las razas en Argentina es excelente. Yo tengo la suerte de estar en el campo y en el mejor país del mundo. El mejor lugar del mundo, del campo, es la Argentina. Con todo respeto y sin desmerecer a nadie, pero no tenemos nada que envidiarle a nadie.
E: ¿Qué tiene que tener un Angus para ser Campeón?
RO: Es un tema bastante largo, pero para ser Campeón tiene que tener muchas características que son comunes a todos los criadores, a todos los que preparamos animales. Y un jurado que sea idóneo y que sepa interpretar todas las cualidades. Finalmente la elección es del jurado y termina siendo el que le gusta al jurado. Muchas veces, en un gran porcentaje coinciden los demás, y en algunos no. A todos los que pierden no les gusta y a los que ganan sí les gusta. Pero es parte de la competencia. Lo importante es competir y si uno gana, ponerse alegre y si pierde, saber que hay que acompañar.
E: ¿Cuál es el valor agregado de La Pastoriza?
RO: El valor agregado de La Pastoriza radica en la cabaña misma, que nos da unos muy buenos canales comerciales. Vendemos alrededor de 300 toros al año a través de diversos canales, como nuestro remate anual, remates satélite y ventas particulares. Además, hemos exportado genética a países como Canadá y Uruguay.
Nosotros vehiculizamos todo lo que es valor agregado a través de la genética que vendemos.
E: ¿Tienen planes de expandirse internacionalmente o mantienen el enfoque en el mercado argentino?
RO: Nuestro objetivo principal es el mercado interno, que es grande y en crecimiento en lo que respecta al Angus. Igualmente hemos exportado genética en el pasado, pero consideramos que Argentina ofrece un mercado prometedor para esta raza. Por ejemplo, hemos enviado embriones a Uruguay y tenemos una sociedad importante, una cabaña de anfioto en la Patagonia.
Pero si bien hemos tenido consultas del extranjero, nuestra prioridad es seguir fortaleciendo nuestra presencia en el mercado nacional.
Por Antonela Schiantarelli
En caso de replicar este contenido en su totalidad o parcialmente, por favor citar como fuente a www.expoagro.com.ar en el primer párrafo y al final de la nota.
Compartir