Una agroinfluencer en Monte Maíz
Con más de 55 mil seguidores en Instagram, la joven productora agropecuaria, Chechu Giorgi, muestra su día a día en el campo con el objetivo principal de incentivar a otras mujeres a que también se animen a las tareas agrarias.
Ana Cecilia Giorgi, más conocida como Chechu, nació en plena cosecha, un 30 de abril en Monte Maíz, un pueblo de 9000 habitantes en la provincia de Córdoba. Quizás por eso, y porque su familia paterna se vincula con el campo desde su bisabuelo en adelante, su relación con este mundo es de toda la vida. “Tengo recuerdo de estar con mi hermano Leonardo jugando en los acoplados llenos de soja o dando vueltas arriba de la cosechadora, siempre tuve mucho contacto con el campo y eso se lo agradezco a mis papás”, dice.
Aunque de chica quería ser profesora de patín, actividad que le encantaba ir después de clases, su destino estaba marcado. Ya desde la adolescencia supo que quería trabajar en el agro. Durante cuatro años vivió en Río Cuarto para estudiar ingeniería agrónoma, pero, a medida que pasaban los exámenes y las materias, sentía que se estaba “perdiendo el campo”, recuerda. Cansada, y algo decepcionada, de tanta teoría sin mucha práctica que muestre cómo sería su vida laboral a futuro, decidió volver a su pueblo y estudiar a distancia una tecnicatura en producción agraria, “más que nada para tener el título porque la verdad que lo que veo en la carrera es lo que veo todos los días en el campo”, admite.
Con 26 años, su historia puede sonar parecida a la de muchos jóvenes que siguen los pasos de su familia. Sus días se dividen entre viajes a Villa Mercedes, en San Luis, donde se encarga del plantel de Angus colorado, y las pasadas en tractor o cosechadora por el campo de Monte Maíz en el que cultivan maíz, soja, trigo y sorgo. Pero Chehu le agregó un plus a su vida. Además de ser productora agropecuaria, profesión que -confiesa- la hace feliz y le gusta, desde hace unos años se convirtió en agroinfluencer y actualmente su cuenta de Instagram ya tiene más de 55 mil seguidores.
Expoagro (E): ¿Qué es lo que te gusta comunicar a tus seguidores?
Chechu Giorgi (CG): Mi mensaje es mostrar el día a día de una persona normal en el campo y ver que, más allá de que hay momentos difíciles, se la pasa bien. Por un lado, compartir el sentido de pertenencia que uno tiene en el campo y lo otro es llamar al joven a capacitarse. Yo fui muy criticada en una nota cuando dije que había dejado la facultad. Pero lo que quiero decir es que la universidad y hacer una carrera de cinco años no es la única alternativa. Hay carreras o cursos más cortos, lo importante es hacer lo que a uno le gusta en la medida que se pueda. Sé que soy una afortunada de la realidad que me tocó y de poder elegir lo que quiero hacer.
Expoagro (E): ¿Cómo aprendiste lo que sabés del campo?
Chechu Giorgi (CG): En el campo se aprende mucho todos los días. Aprendo mucho sola de ganadería porque es algo nuevo. Hablo con el veterinario cuando hay que vacunar o inseminar, por ejemplo.
Lo que más se aprende es a valorar lo que uno tiene. Es lo que más aprendo de mi viejo. Nos consulta todo y eso nos ayuda a pensar en cómo manejar el trabajo. A lo mejor si nos hubiera dado rienda libre nos hubiese enseñado a tirar y no a valorar. El día de mañana que él no esté eso nos permite saber lo que tenemos que hacer. Todo nace desde que sos chico y te llevan al campo, y ves el esfuerzo que implica.
E: ¿Cuándo empezaste a publicar lo que hacés en el campo?
CG: Siempre fui de compartir lo que hacía en mis redes. Pero en pandemia, como éramos esenciales y podíamos salir, empecé a subir más cosas sin pensarlo. Un día estaba en la cosecha con un tractor chico y dos carros llenos de soja, mi papá me dijo que no iba a poder sacar el carro. Pero lo saqué y cuando llego a la planta de silo me saco una selfie y la publico en twitter poniendo “mirá de quién te burlaste”, cargando a mi viejo. Ese posteo fue viral, con muchos comentarios sobre el feminismo y de lo que pueden hacer las mujeres.
Así fue que de New Holland me invitaron a formar parte de Mujeres en Campaña, una plataforma de la empresa con testimonios de mujeres productoras, contratistas, ingenieras. También hacen capacitaciones. Ahora soy una de sus embajadoras.
E: ¿Cómo fueron los primeros posteos?
CG: Los primeros posteos eran fotos o videos en los que yo no salía. Después me empecé a animar a grabarme, a hablar y a interactuar con el público. Empezaron a aparecer las marcas.
E: ¿Cómo fue convertirse en la agroinfluencer de Monte Maíz?
CG: No fue fácil porque vivo en un pueblo de 9 mil habitantes. Era como la señalada con el dedo, me decían «ahí está la que se hace la influencer». Recibía muchos comentarios de gente allegada a mí y de los jóvenes, que pensaban que era una caradura por subir videos. Me banqué muchos comentarios así pero ahora les digo que tengo 50 mil seguidores, decí lo que quieras, yo ya llegué.
E: ¿Eso cambió cuando te empezaste a ser viral?
CG: Cuando me fue bien y llegué a trabajar con las marcas importantes, se acercaban varias personas que me habían señalado y se habían reído de mí, pero me tomé el tiempo de hacerles saber que me había dolido no tener su apoyo. Como buena taurina, soy muy memoriosa.
E: ¿Cuánto tiempo le dedicás a tus posteos de Instagram?
CG: Hay gente que piensa que yo voy al campo solo a grabarme. Pero yo trabajo en el campo, muchas veces muestro el 40% de lo que hago porque si estoy trabajando en la manga con el veterinario no puedo ponerme a grabar.
Incentivar a otras mujeres
Uno de los objetivos principales por los que Chechu comparte su día a día en las redes, es mostrar lo que “las mujeres en el campo sabemos y podemos hacer”, dice.
E: ¿Las mujeres te consultan?
CG: Recibo muchos mensajes de mujeres. Cada empresa familiar es un mundo. Yo tengo la suerte de tener a mi viejo, siempre digo que si estuviera mi abuelo nosé si sería tan fácil porque los hombres de antes tenían otros pensamientos. Creo que por mi carácter taurino hay muchas cosas que las aprendo sola o consultándole a los empleados, y las hago. ¿Viste que puedo?, les digo y me río.
E: ¿Qué les decís a las mujeres que quieren trabajar en el campo pero no se animan?
CG: Yo creo que nadie debería negarte si querés trabajar en el campo. Lo principal es capacitarte en lo que te guste. También hay que ser conscientes de que, al igual que los hombres, las mujeres tampoco podemos hacer todo. El mensaje que les daría es que si les gusta, tienen que intentarlo. El tema también es tener el entorno que te deje intentarlo y es fundamental la confianza de la gente con la que trabajás.
E: ¿Qué actividades te gustan más, las agrícolas o las ganaderas?
CG: Me gusta mucho andar en el tractor y en la máquina, lo que no me gusta es la planificación previa de ver qué agroquímico o cuántas dosis hay que poner. Pero en la ganadería me gusta todo. Así que diría 50 y 50.
E: ¿Te ves a futuro trabajando en el campo?
CG: Me imagino toda la vida siendo productora agropecuaria, pero evolucionando en el sentido de que en algún momento voy a tener una familia y otras obligaciones.
Por Paola Papaleo
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