La principal actividad agrícola de la provincia se verá sensiblemente afectada por una campaña muy condicionada por el déficit de lluvias. Lotes abandonados y bajas en el rendimiento debido a la falta de agua para el riego, hacen prever un volumen de cosecha muy bajo.

La sequía que sufre Corrientes por tercer año consecutivo está afectando a todas las cadenas productivas que tiene la provincia. Y el arroz, principal actividad agrícola en los campos correntinos, no es la excepción en esta campaña 2022/23, que está en plena etapa de cosecha. Con menor superficie plantada, además de pérdidas en rendimiento por falta de agua para riego, los productores arroceros piensan en la menor cosecha del siglo XXI para el cultivo, mientras buscan financiamiento para encarar la nueva siembra.

Si bien desde hace varios años Corrientes es la principal provincia arrocera de nuestro país, la realidad es que la producción viene cayendo. Y muchos productores arroceros vienen quedando fuera de la actividad.

La campaña 2022/2023 no fue una excepción. La falta de lluvias venía afectando a la provincia, y por eso muchos arroceros decidieron reducir su área de siembra, teniendo en cuenta que el agua es un factor fundamental para el arroz, que pasa gran parte de su proceso productivo con los lotes inundados. Según relevamientos del sector, en Corrientes se sembraron unas 75 mil hectáreas, aunque con el correr de la campaña y por la falta de lluvias, se estima que se perdió entre 15% y 20% de esa superficie.

Desde la Asociación Correntina de Plantadores de Arroz (ACPA) estiman que los rendimientos caerían, por lo menos, un 30%. Esto haría que de los 7.500 kilos por hectárea que tiene la provincia como promedio general, esta cosecha arroje un rinde de unos 5.000 kilos. Las estimaciones más optimistas hablan de un volumen de cosecha de 400.000 toneladas, aunque otros referentes del sector estiman que la producción total podría estar más cerca de las 300.000.

Pablo Mórtola, productor arrocero en la zona de Bella Vista y dirigente de la ACPA, comentó que “el cultivo ha tenido una situación muy complicada, se van a ir evaluando los rendimientos a lo largo de la cosecha, pero lo vemos con muy malas condiciones, no tenemos más disponibilidad de agua en ríos internos, en canales ni en represas. Nos vemos en un momento en que la actividad está en una situación más comprometida, cuando está por iniciar la cosecha”.

En cuanto al porcentaje de pérdidas en rendimientos, Mórtola explicó que se irá evaluando a medida que transcurra la trilla. “Sin embargo, los técnicos señalan que los cultivos van a llegar a rendir el 50% de lo que se esperaba que rindan; hay arroceras que en principio algunos lotes no están tan afectados, y otras en las que se perdió mucho, por lo cual es muy probable llegar a los 5.000 kilos promedio para la provincia”, explicó el productor.

Por su parte, Christian Jetter, dirigente de ACPA y gerente general de la empresa COPRA S.A., una de las arroceras más importantes que tiene Corrientes con campos en el departamento Mercedes, explicó que “va a ser una cosecha escasa, primero porque se sembró bastante menos que el año pasado; y también por la pérdida de rindes por la sequía”.

En cuanto al rendimiento del arroz, Jetter explicó que los lotes bien regados van a tener buenos rendimientos, incluso por encima de los del año pasado. “Pero hay muchos lotes con riego deficiente, sobre todo en el mes de diciembre, con muchos calores y sin lluvia, que sufrieron déficit de agua y eso te pasa factura cuando entra la cosechadora”.

El técnico y productor adelantó que “probablemente sea la menor cosecha del siglo XXI; en los últimos 20 años no tuvimos una cosecha tan baja, más allá de algún año ‘Niño’. En este caso, con las chacras abandonadas, menos la menor superficie de siembra, vamos a volver a producciones similares logradas a principios de los ’90”, comentó.

Mercados

Sobre el posible impacto de la menor producción en los mercados interno y externo, Jetter explicó que no habría una situación crítica. “Argentina produce más del doble que el arroz que consume, y seguramente si hay una merma, va a ser en las exportaciones. Pero el mercado interno está asegurado. No vamos a tener desabastecimiento ni precios exagerados”, pronosticó.

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