La Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe (CARSFE) ha plasmado su preocupación ante los potenciales e indeseados sucesos en lagunas y bajos del territorio, especialmente en los que ya están en los registros históricos por las consecuencias que dejaron.

La advertencia oportunamente planteada ante las autoridades provinciales está en la página oficial de la entidad, donde no solamente puede comprobarse la preocupación existente, sino también los pasos pergeñados para el abordaje. 

“La cuestión hídrica y vial santafesina una vez más pone de manifiesto su endeble estructura cuyas causas y efectos ya han sido puestas en conocimiento de los distintos estamentos estatales en numerosas y reiteradas oportunidades y ámbitos. Episodios de copiosas lluvias provocan catastróficos estragos para una vastísima superficie del mapa productivo santafesino, afectando no solo a la ruralidad, sino que de alguna manera todos los habitantes, en mayor o menor medida están en la situación potencial de sufrir sus consecuencias”, citan desde la Comisión de Asuntos Hídricos y Viales.

Detalles

“Una constante ha sido señalada y es que Santa Fe carece de un plan integral de manejo de aguas de superficie, tanto las propias como las conectadas a las de las provincias vecinas de aguas arriba, cuyos excedentes inexorablemente la van a atravesar”, sostiene Carsfe en su sitio oficial, y añade que por la ausencia de planificación proliferan obras realizadas por comunas, municipios, o particulares, muchas de ellas sin autorización. 

“En lo referente a la Cuenca La Picasa, en marzo de 2022 el gobierno provincial anunció que técnicos de las tres provincias involucradas elaborarían un informe para suscribir algún tipo de acuerdo sensato en cuanto a la estabilidad y balance entre los ingresos y egresos de agua a la Laguna La Picasa, ahora convertida en Reservorio N° 8 por una decisión burocrática carente de todo sustento hidrográfico, hidrológico y técnico”, documenta la entidad ruralista santafesina.

En el mismo texto agrega que nunca se informó del resultado “y lo que es peor para Santa Fe, es la inacción y desidia frente al avance de canalizaciones que llevan a cabo rápido y sin pausa las provincias de Buenos Aires y Córdoba”, situación que expresó sin atenuantes el dirigente Ángel Borrello. 

Carsfe solicitó información sobre una larga lista de temas (24) que son de interés para todo el territorio provincial y cuatro de ellos son del sur; a saber: 3.11: Canal aductor Lag. La Picasa-Alternativa Norte; 3.12: Continuar con la obra de la Estación de Bombeo Alternativa Norte. – (La Picasa); 3.13: Adecuación dragado canal aductor Alternativa Sur (La Picasa); 3.14: Canales perimetrales de Rufino.

Testimonio

“En los últimos tiempos, que se debió haber aprovechado intensamente el período seco para haber resuelto una serie de problemas estructurales y de larga data, prácticamente no se hizo nada en cuanto a la capacidad de salida del agua de la laguna La Picasa”, así de contundente fue Ángel Borrello, productor agropecuario de la zona de Amenábar e integrante de la Comisión Asuntos Hídricos de la Carsfe. 

Borrello advirtió que durante los tres años de sequía no se hicieron trabajos para optimizar la canalización de la laguna, mientras que desde Buenos Aires y Córdoba trabajaron para aportarle más agua. También recordó que en 2017 el desborde cortó la RN 7 (foto) y las vías férreas, todo en territorio santafesino.

“¿En qué situación estamos actualmente?”, interrogó Borrello, respondiendo: “Han aumentado notablemente las obras que se han realizado aguas arriba, son canalizaciones, canales construidos a la vera de los caminos, tanto en la provincia de Córdoba como en la provincia de Buenos Aires, con lo que hemos sumado vías de ingreso de agua directas e indirectas a la laguna, mientras que el problema de salida del agua no ha sido resuelto”. 

“De repetirse fenómenos de lluvias como los que hemos tenido en otros años -cuatro al menos en los últimos 20 años- inexorablemente va a volver a ocurrir lo mismo con una diferencia, que tal vez va a ser con más velocidad. O sea, lluvias como tuvimos en el 2001, 600 milímetros en una semana, que fueron el desmadre total, o en el 2007, o ahora más cerca, van a volver a ocurrir y con mayor velocidad porque las vías de entrada son mejores y más fluidas, mientras que la salida de la laguna sigue siendo exactamente la misma”, alertó. 

“Para que persistan en el tiempo las obras de alteo que se hicieron en las vías y en la ruta, la laguna no tendría que pasar la cota 102,50 y 102,70 metros sobre el nivel del mar. Actualmente está alrededor de 101 metros y algo, porque el diseño de la ruta y de la vía están hechos para soportar un crecimiento de la laguna de hasta 103,70 ó 103,80. Eso tiene que tener ‘una revancha’ de un metro, para que los eventos de fuertes de oleaje no pasen arriba de la ruta”, describió el productor basándose en los graves episodios acaecidos. 

“Como están las cosas en este momento, si se repiten fenómenos de lluvia como hubo en ciclos húmedos anteriores, todo va a volver a ocurrir con las mismas características, con mayor intensidad y con mayor velocidad”, pronosticó el dirigente.

Por Alejandro Rafael Guerrero

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