Lo que pasa en el campo
29/05/23
Ideas para manejar los cultivos y los rastrojos ante la seca y costos en alza
Un productor que con muñeca se adapta a las circunstancias del entorno con terrazas, con siembra directa y rotaciones y así logra resultados.
Al sur de Cañada de Gómez, Santa Fe, y rumbeando para Villa Eloisa, en un campo básicamente agrícola donde se supo hacer también ganadería hasta los años 2004 o 2005, quien lleva las riendas de la empresa familiar, es Rubén Sampaolesi. Su padre fue productor y también su abuelo, quien llegó a la zona desde la región de Macerata, cerca del puerto de Ancona, Italia.
Para más detalle, el mismo Rubén, nos cuenta que fue de los primeros que en directa sembraron soja RR en la zona y que ahora hacen la rotación trigo- soja, maíz, aunque este año debieron saltear el trigo debido a los altos costos y a la pobre reserva de agua que queda en el perfil. “La idea fue mantener los rastrojos limpios preservando la humedad del perfil hasta la siembra de la gruesa”, dice.
Para mayores detalles explica, “si bien el costo del trigo ronda los 30 qq/ha, con tan poca reserva de agua no es seguro lograr ese rinde, por ello no sembré trigo, incluso teniendo la semilla disponible. En un año normal en esta zona tenemos 1200 mm de lluvia, pero el año pasado estuvo en 750 mm y ya son 3 a 4 años que falta agua. De manera tal que comenzaron a bajar las napas y las reservas de los lotes son cada vez menores”.
Manejando de la humedad
Nuestro entrevistado asegura que “el hecho de estar en siembra directa, manteniendo la cobertura con los lotes limpios, es una gran ayuda para conservar la humedad. Precisamente a raíz de la necesidad de mantener los lotes limpios y bajar costos, es que hemos desarrollado un equipo cultivador para controlar las malezas, que luego mejoramos con la ayuda de la gente de la fábrica Giorgi”.
“Quedó en la historia el control de todas las malezas con 3 litros/ha de glifosato, ya que comenzaron a venir las malezas resistentes como Eragrostis –pasto llorón—debido a lo cual, comencé a desarrollar este equipo con rejas. Y en el 2019 comenzamos las primeras pruebas con un prototipo de 4 mts. de ancho de trabajo, que usé hasta este año” explica Sampaolesi.
Ahora comenzaron con otro equipo que ofrece un chasis mucho más funcional, con 8,40 mts. de ancho en dos módulos articulados para copiar los desniveles del terreno. “La profundidad de trabajo es entre 1,5 y 2 cm, que es la regulación que brinda el mejor resultado. Si removemos a más profundo tenemos más pérdida de humedad”, sostiene el productor.
Con este equipo se logra un muy buen control de malezas, tanto de invierno como de verano, y en seguida detrás de él se va sembrando y así no se pierde humedad. “Incluso este año no hicimos barbecho químico, sino que con este equipo de rejas limpiamos todo el rastrojo, luego trabajamos con un pre emergente y los resultados logrados son muy buenos; ya es la tercera campaña que lo usamos. Desde el punto de vista ambiental, se está aplicando mucho menos agroquímicos y se genera una cama de siembra muy buena”, detalla.
La potencia, consumo de gasoil y desarrollo
“En el equipo de 4 mts. de ancho, la potencia es de un tractor de unos 70 CV, y con 8,40 mts.; hemos usado un tractor de 120 CV. En este último caso, el consumo es menor a los 4 litros por hectárea y la velocidad, dependiendo de los lotes, podés pasarla de 8 hasta 12 km/h, donde una velocidad normal sería entre 10 y 11 km/h sobre todo en lotes un poco picados, que no hay problemas con el tractor y el equipo anda bien”, dice Rubén.
El cultivo en terrazas
La zona entre Cañada de Gómez y Villa Eloisa, a unos 8 o 10 km del río Carcarañá, es bastante quebrada, con mucha pendiente y por ello forzosamente tuvieron que hacer todas las mediciones necesarias y fuimos construyendo las terrazas, de las que se lograron dos tipos: las terrazas laborables y las no laborables.
“Yo opté por las terrazas laborables que son de pie ancho y en ambos casos, la funcionalidad que tienen es que, cuando llueve, el agua va saliendo a mucha menor velocidad, y entonces no te arrastra nutrientes y la infiltración es mucho mayor. En los años normales, los rendimientos de los cultivos en los altos y en los bajos se emparejan, en tanto que sin terrazas el agua se escurre muy rápido y no tenés infiltración, te arrastra nutrientes, la cobertura, materia orgánica y todo el suelo fértil”.
Las curvas de nivel están hechas en un promedio de 0,2% para que el agua escurra lentamente e infiltre (son 20 cm. de desnivel cada 100 mts. de distancia). De lo contrario, sin terrazas, la pendiente es muy violenta y el agua que escurre a gran velocidad va haciendo cárcavas y canales arrastrando la cobertura. Además, han rellenado las cárcavas y con las curvas de nivel, los lotes se mantienen muy bien haciendo el manejo apropiado del agua.
Quienes hacen las terrazas, trabajan con nivel de antejo, rayo láser y equipamiento específico con el cual trazan el rumbo de cada terraza con la pendiente indicada para el mejor manejo del agua. A su vez, esta condición requiere de herramientas apropiadas para este tipo de terreno, como por ejemplo las sembradoras son de módulos, para que te copie el terreno, y este equipo cultivador también es de módulos por ese motivo y por ello realiza un copiado perfecto del terreno.
Por Juan Raggio
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