Lo que pasa en el campo
03/07/23
La producción de peces en los campos santafesinos es posible y rentable
“Lo que hacemos es reproducción inducida de peces nativos, y la especie que más trabajamos es la del Pacú”, explicó brevemente el Biólogo Ricardo Rosselló, que recorre la provincia de Santa Fe incentivando la cría de peces para consumo humano. Más detalles en esta nota.
En paralelo aclara que también trabajan con Sábalo y Boga, “pero el Pacú es el que ha logrado mayor atención y tenemos productores en distintos puntos que están muy interesados en este sistema de ‘cultivo’ para diversificar su producción”.
Claro que no es lo más frecuente, pero en el norte de esa provincia hay un productor ganadero que “tiene una serie de cavas en unos lotes que las usa como lugar de reproducción de Pacú”. En el mismo establecimiento tiene un laboratorio, sala de faena y está habilitado para que su producción tenga destino de consumo humano.
Cría de peces en jaulas
“Algo que incentivamos mucho es el sistema de cría de peces en jaulas flotantes”, dice el responsable del área de Acuicultura del Ministerio de Producción, Ciencia y Tecnología, poniendo como ejemplo una serie de cursos que han impartido y también seleccionaron productores a los que “se les proveyeron módulos de producción de jaulas flotantes, con peces, alimentos balanceado, asesoramiento técnico y seguimiento. Van cuatro años que estamos en producción, desde octubre o noviembre, hasta marzo o abril, que es el tiempo de cosecha. Los peces se siembran con doscientos gramos y se cosechan con un peso promedio de un kilo y medio”, indicó.
En ese sentido Rosselló es partidario de ‘cosechar’ al año de cría para evitar que los peces acumulen grasa, aun cuando esa condición no altera el sabor. “Se logra una carne de calidad, magra y sin ningún tipo de contaminación”, describe.
Procesamiento y asesoramiento
Roselló es un apasionado de lo que hace y se entusiasma al contar que en la capacitación incluyen los pasos para el procesamiento de elaboración, mediante el cual se hace fileteado, despinado, para la venta al consumidor. “En la faena se pierde un veinte por ciento aproximadamente y todo lo que queda es para consumir con confianza, sin miedo a las espinas”.
Consultado si esa modalidad de cría se puede hacer en cualquier lugar de la pampa húmeda, aún en zonas donde solo haya algunos humedales y lagunas chicas, respondió afirmativamente y dijo que “lo que hay que atender con más rigurosidad es la época del año para hacer el cultivo, porque son peces de aguas subtropicales o tropicales”, y donde el invierno es más riguroso es probable que no prospere. “Sugerimos hacer los estudios previos correspondientes para que quien se decida a producir no pierda la inversión”, advirtió.
“El primer paso es evaluar el lugar donde la persona interesada quiere hacer su emprendimiento; después le damos las alternativas de las especies que puede producir. Nos enfocamos principalmente en especies nativas”, remarca, para aclarar de inmediato que “en el sur de la provincia hay una deuda con el tema del pejerrey, que también podría ser cultivado de esta manera. Solo hay que conseguir los reproductores. Es una especie que se adecua mucho más al sur provincial”, completó.
Adecuaciones
El coordinador del área Acuicultura del ministerio santafesino asegura que “se trata de una producción viable”, para la que hay que generar las condiciones que cada especie requiere. “Hay algunas más nobles y otras más duras”, dice.
“Hay lugares donde hay circuitos cerrados, con estanques circulares, filtros, y los peces son criados bajo techo, con temperatura y condiciones de agua controladas”, describe Rosselló, insistiendo con que desde el organismo les hacen saber de las ventajas y desventajas de cada sistema.
– ¿Hay diferencia entre un Pacú de criadero y uno de río?
“No hay diferencia, ni en el gusto, ni en la calidad de la carne”, aseguró, comentando que en eso también hubo adecuaciones hasta llegar a un alimento con un pellet especial que es flotante. “Es semejante a la dieta natural del Pacú. En un tiempo se usaba un producto que se iba al fondo y dejaba gusto a barro. Hubo algunos problemas con eso, pero se superó”, completó.
“Los reproductores originales, todas estas semillas que nosotros tenemos, -‘los padres’- fueron todos obtenidos de la naturaleza, de su hábitat”, dijo, agregando: “cuando iniciamos fuimos a Misiones y a Formosa a buscar reproductores”.
Escalas y generación de empleo
Se ha comprobado que una vez establecido es una actividad económica rentable y genera puestos de trabajo. Para el caso de cultivo semi intensivo, el emprendimiento puede iniciarse con una hectárea, para luego ir adecuando hasta poder producir muchos kilos de carne en pocos metros cúbicos, pero hay que planificar muy bien para crecer en producción y en rendimiento.
La mayoría comienza vendiendo su producción localmente, pero hay casos que ya están vendiendo en toda la provincia. Tienen sala de faena pequeña, habilitada por los organismos provinciales correspondientes (Agencia Santafesina de Seguridad Alimentaria – ASSAL).
Finalmente deja una aclaración: “La gran venta es durante Semana Santa y el resto del año es regular, pero es una actividad con buen futuro porque el mercado interno no está satisfecho y la cultura del consumo de pescado tiene mucho para crecer”.
Por Alejandro Rafael Guerrero
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