Lo que pasa en el campo

01/08

Los suelos fijan carbono y aumentan su productividad con la ganadería regenerativa

La unidad demostrativa de cría bovina “Nueva Palmira” del INTA Rafaela, Santa Fe, aplicó el manejo regenerativo del pastizal natural. Gracias a esta técnica aumentó la biodiversidad, la fertilidad y tasa de infiltración de agua en el suelo.

INTA Rafaela, Santa Fe, diseñó el pastoreo en la unidad productiva “Nueva Palmira”, con muy buenos resultados. Este trabajo es fruto de un convenio de colaboración e investigación con Perennia Nodo Ovis 21 Santa Fe. Un adelanto de la Jornada Regional de Manejo de Pastizales Naturales, organizado por el INTA, que se realizará el 24 de agosto en San Cristóbal, Santa Fe.

De acuerdo con Virginia Mazzuca -extensionista del San Cristóbal, Santa Fe-, “el pastoreo planificado con manejo hístico apunta a mejorar todo el ambiente del sistema ganadero pastoril”. Según detalló, “se busca reestablecer la fertilidad natural de los suelos, al tiempo que mejora la biodiversidad con la aparición de nuevas especies. Además, aumenta la tasa de infiltración de agua en el suelo y el porcentaje de cobertura en el suelo».

A estos indicadores se suma un aumento en el secuestro de carbono, una mejora en la productividad tanto a escala animal como de producción de forrajes y la rentabilidad del sistema. Para Mazzuca, “Si todos los indicadores mejoran, medidos por un protocolo de verificación de resultados ambientales (EOV, por sus siglas en inglés) confirman que se está regenerando el suelo”.

Para la especialista, la clave del éxito está en respetar los tiempos de recuperación de los pastizales y en planificar el pastoreo, de acuerdo con la disponibilidad de materia seca, la época del año y los requerimientos del rodeo.

Además subrayó la importancia de considerar las características propias de cada potrero para la toma de decisiones: “No todos los potreros son iguales: por ejemplo, los potreros de bosque nativo conservan mucho más la calidad del forraje y la humedad que el pastizal abierto. Entonces, a esos lotes se les puede asignar categorías de vaquillonas con un requerimiento de mejor calidad de forraje que las vacas adultas”.

La Nueva Palmira cuenta con un rodeo de 385 vacas en servicio:11 toros, 70 vaquillonas de reposición y 320 terneros. Su superficie es de 596 hectáreas, el 15 % está cubierto con especies leñosas del bosque nativo, 10 hectáreas fueron sembradas con especies megatérmicas y el área restante corresponde a praderas de “gramillar”.

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