Ganadería

26/09

Optimizar la ganadería: tecnologías para la toma de decisiones

El INTA, evalúa y analiza el uso de comederos inteligentes y balanzas de pesada al paso para mejorar la eficiencia, trazabilidad y obtención de información en tiempo real. Esta información le permitiría al productor obtener hasta un 20 % más del valor de un ternero, en comparación con el precio del ternero común del mercado.

 Una de las principales características de la ganadería de precisión es el enfoque en la trazabilidad. Con el fin de generar datos a través de la implementación de tecnologías para la toma de decisiones, un equipo de investigadores de INTA Naredo –Buenos Aires– y del INTA Anguil –La Pampa– buscan avanzar en la obtención de información en tiempo real y la utilización eficiente de los recursos disponibles con la implementación de comederos inteligentes y balanzas de pesada al paso.

Gonzalo Arroqui –investigador del INTA Naredo, Buenos Aires– explicó que “la investigación se basa en un ensayo desarrollado en Naredo con la aplicación de comederos inteligentes, tecnología utilizada para mejorar la eficiencia mediante el uso de herramientas de trazabilidad y la obtención de información en tiempo real”.

La optimización de la ganadería mediante el uso de comederos inteligentes y balanza de pesada al paso ofrece varios beneficios productivos, en el caso de los comederos inteligentes, estos permiten medir con exactitud la cantidad de alimento que consume cada animal, lo que facilita la identificación de patrones de alimentación y la detección temprana de problemas de salud.

“Esto lleva a contar con datos precisos, y así es posible ajustar la dieta de cada animal para maximizar su crecimiento y salud, reduciendo el desperdicio de alimentos y optimizando el uso de recursos”, aclaró Arroqui.

En una segunda instancia, la utilización de la balanza de pesada al paso aporta al seguimiento del crecimiento y la salud animal. Esta facilita la recolección de datos de peso de los animales sin interrumpir sus actividades, lo que permite un seguimiento continuo del crecimiento y la detección temprana de enfermedades o problemas de desarrollo.

“A su vez, permite tomar decisiones informadas, basadas en evidencia sobre el manejo del rodeo, como el momento óptimo para la venta”, agregó el investigador.

Tecnología al servicio del productor

El establecimiento La Tregua de Bovetti se encuentra en Alejandro, provincia de Córdoba. Allí se realiza la recría sobre pasturas de alfalfa y engorde a corral de novillos como cabaña de reproductores, de la raza Limangus. Anualmente, evalúan, seleccionan y rematan de 200 a 150 toros, hoy tiene más de 900 animales evaluados por RFID.

Daniel Bovetti, –veterinario y productor que trabaja con producción de ciclo completo y reproducción de genética–, explicó que, con respecto a la vinculación con el INTA, “busco mayor valor agregado a mi producto, la genética, con la selección por un carácter complejo como la eficiencia neta de conversión (a través de RFID). Espero construir mayor competitividad, y esa información mejora el precio de los toros, en la actualidad al menos contribuye a sostener su piso”.

Y además detalló: “Con estas tecnologías podemos elegir animales que tengan menor consumo y conviertan lo mismo o más. Vamos a tener animales que tengan una línea diferente, no solo para nosotros, sino también para quienes nos compran nuestra genética. Esto promete un mayor rendimiento de su descendencia, posicionan con objetividad a la raza y le permite diferenciarse. El precio del ternero Limangus con información supera en un 20 % el precio del ternero común del mercado”.

Los comederos dan información individual de cada animal en un rodeo, así se pueden identificar qué animales son más eficientes en relación con el consumo –análisis de conversión de peso–, además permiten obtener datos sobre su comportamiento.

Herramientas de precisión

Estos comederos inteligentes se desarrollaron por un equipo del INTA Anguil y están diseñados para medir de manera precisa el consumo individual de alimentos en los animales mediante tres procedimientos:

La identificación individual, consiste en la utilización de dispositivos RFID –los animales llevan un dispositivo de radiofrecuencia (RFID) que permite identificar a cada individuo cuando se acerca al comedero– y lectura automática –el comedero tiene un lector RFID que identifica al animal y registra su acceso al alimento–.

La medición del consumo consiste en el pesaje de alimentos –el comedero tiene sensores de peso que miden el alimento antes y después de que el animal se alimente– y registro de datos –la diferencia en el peso del alimento se registra como consumo individual del animal, proporcionando datos precisos sobre la ingesta de cada uno–.

Por último, almacenamiento y análisis de datos, estos se envían a una base de datos centralizada donde se almacenan y se analizan. Luego con un software de gestión se utiliza para analizar los patrones de consumo, identificar anomalías y optimizar la alimentación según las necesidades individuales de los animales.

En este sentido, Ricardo Garro –investigador del INTA Anguil, La Pampa– puntualizó que “monitorear y evaluar el consumo diario de alimento permitirá seleccionar los individuos más eficientes y diseñar nuevas estrategias para aprovechar al máximo el potencial productivo del sistema”.

 

FUENTE: INTA

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