Agricultura
31/01/25
Resultados destacados en los ensayos de trigo 2024 realizados por la AIAJ
La Asociación de Ingenieros Agrónomos de Junín evaluó los principales cultivares de trigo bajo las condiciones agroclimáticas de la región. Los resultados reflejan rendimientos promedio elevados y una campaña marcada por lluvias adecuadas, bajo impacto de enfermedades y buenas condiciones para el llenado de grano.
La Asociación de Ingenieros Agrónomos de Junín (AIAJ) realiza anualmente ensayos a campo con el objetivo de generar información que sea útil para la toma de decisiones de manejo en Junín y sus alrededores. En particular, la red de trigo busca evaluar comparativamente los principales cultivares disponibles en el mercado. Este análisis abarca aspectos como el rendimiento, la calidad de grano, la sanidad y otras características agronómicas que permiten determinar el potencial y la adaptabilidad de cada variedad a las condiciones de la región.
Caracterización de la campaña 2024
La campaña de trigo 2024 en Junín estuvo marcada por condiciones agroclimáticas favorables. A diferencia del año anterior, las precipitaciones registradas en otoño permitieron una buena implantación del cultivo. Asimismo, las temperaturas moderadas y la ausencia de heladas tardías significativas favorecieron un desarrollo uniforme del trigo. El manejo eficiente de enfermedades, con niveles controlados de roya amarilla y otras enfermedades foliares, contribuyó a obtener rendimientos elevados, que oscilaron entre los 3.500 y 4.500 kilogramos por hectárea.
Participaron de los ensayos los ingenieros agrónomos Guadalupe Telleria y Paula Melilli. Los responsables en Roca fueron los agrónomos Agustina Marcelino y Sebastián Mango; en Junín Juan Ignacio Fariña; y Daniel Aperlo en La Agraria.
Para el responsable de la producción en Junín, Juan Ignacio Fariña, “las precipitaciones que sucedieron entre marzo y abril del 2024 permitieron contar con perfiles cargados a la siembra y que la campaña fina tuviera excelentes condiciones de arranque. Durante el ciclo del cultivo las precipitaciones fueron escasas, alrededor de 70 mm desde siembra a floración. Septiembre no entregó los milímetros esperados y se perdieron macollos en esa etapa”.
En esa línea Fariña resaltó que en cuanto a plagas y enfermedades “resultó ser una campaña tranquila y el ensayo solo requirió una aplicación de fungicidas en hoja bandera”. A finales de octubre ocurrieron buenas precipitaciones que ayudaron al llenado aunque el número de granos ya estaba definido.
Las precipitaciones que sucedieron entre marzo y abril del 2024 permitieron contar con perfiles cargados a la siembra y que la campaña fina tuviera excelentes condiciones de arranque.
“A pesar de todo, los rendimientos fueron buenos, con variaciones entre 38 y 45 quintales por el barrio y con algunas sorpresas positivas, demostrándose una vez más, la importancia de medir y conocer el agua útil presente al momento de la siembra”, sintetizó el especialista.
Detalles del ensayo en La Agraria
“El ensayo se realizó a dos kilómetros del paraje La Agraria, hacia el sur, y es uno de los tres ensayos que llevamos adelante. Hace varios años que se realizan estos ensayos comparativos de rendimiento. Este año evaluamos ciclos cortos y largos, y como suele ocurrir, los ciclos intermedios y largos presentaron un rendimiento ligeramente superior al de los ciclos cortos”, explicó Aperlo desde el paraje La Agraria.
En la Agraria, cuenta Aperlo, “obtuvimos promedios de entre 4.400 y 4.500 kilos por hectárea”.
“En términos generales, la campaña fue buena. En nuestra área de producción, obtuvimos promedios de entre 4.400 y 4.500 kilos por hectárea. La campaña comenzó con precipitaciones muy favorables, aunque tuvimos un período seco entre finales de agosto y mediados de octubre, que duró aproximadamente un mes y medio. Esta falta de lluvias pudo haber influido en que la campaña no fuera excelente, ya que se perdieron algunos macollos. Además, las heladas fuertes de principios de julio afectaron algunas plantas, aunque el trigo logró recuperarse adecuadamente”.
Aperlo también destacó las buenas condiciones que se dieron para el llenado de grano a partir de mediados de octubre. Este período resultó clave para consolidar los rendimientos. Respecto a la sanidad, señaló que la incidencia de enfermedades fue prácticamente nula, lo cual también favoreció los buenos resultados obtenidos.
El informe de la AIAJ no solo proporciona datos valiosos para productores y técnicos, sino que también reafirma la importancia de realizar ensayos locales para identificar los cultivares más adaptados a las condiciones específicas de la región. Este trabajo continuo contribuye a la optimización de la producción de trigo en Junín y sus alrededores.
Por Diego Abdo
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