Debido a diferencias entre las especies a controlar, la escasez de agua hace que las emergencias estén demoradas aún en zonas con distintas problemáticas.

Aunque es recomendable siempre comenzar temprano con los tratamientos para lograr barbechos limpios, en esta campaña será diferente, debido a que se está saliendo de una seca y las emergencias de las malezas están demoradas. Ello ocurre en distintas zonas, como el norte, sur y oeste de Buenos Aires, sur de Santa Fe y buena parte de Córdoba.  

Observando este panorama, el Ing. Agr. Mauro Mortarini de la consultora Ojos del Salado dice, “En este momento en lo que hace a control, todo viene más tranquilo que en años normales en los que, durante todo mayo y hasta el 10 o 15 de junio, ocurre el 80% de las emergencias de las malezas otoño invernales. Pero este año debido a la seca, está todo un poco retrasado”. 

En los lotes que se decidió ir a trigo, si hay raigrás ya se realizaron los controles para poner residuales y mantener esos lotes limpios. Luego hay una gran parte de los lotes, en los que se sembró a último momento, y otros que quedaron fuera de la siembra, debido a que no había agua suficiente para sembrar trigo con seguridad y tener rendimientos esperados, buenos o aceptables. 

En realidad, en la mayoría de los lotes, el agua útil está entre el 30% y el 50% debido a que, como sabemos, estamos a la salida de un año seco, con lo cual las reservas de agua hasta el 1,2 m de profundidad son bajas para tener hoy expectativas altas de rinde; más allá de que estas semanas cayeron algunas lluvias. 

“Esa correlación entre agua a la siembra y rendimiento de los cultivos es mucho más importante en el oeste, y baja un poco hacia el norte de buenos Aires y al sur de Santa Fe, porque en esas zonas en invierno llueve un poco más y por ello puede haber un poco más de esperanza”, dice el Ing. Mortarini. 

“En la zona sur de la provincia de Buenos Aires, las estrategias resultan más complejas para el manejo de malezas en trigo. Porque en esa zona se tiene presencia de crucíferas y raigrás resistentes, que se suman a la conocida rama negra. En esta zona los costos son más altos, para el manejo de malezas en lo que respecta a herbicidas”. 

Luego en la región oeste y centro de la región pampeana, norte de Buenos Aires, sur de Santa Fe, la estrategia de manejo de malezas es más sencilla y barata porque el raigrás resistente y las crucíferas resistentes, si se presentan, lo hacen de manera puntual.  

Costos

Al referirse a los costos, Mortarini detalla: “En términos de kilos de rinde de trigo, el costo del manejo de malezas en el oeste de Buenos Aires, o sea fuera de las zonas problemáticas de raigrás y crucíferas, puede andar en los 150 kg/ha de trigo. En tanto que, donde hay problemas de raigrás y crucíferas ese costo se puede ir a más del doble, es decir a unos 360/370 kg/ha de trigo de promedio. Eso es como se puede dividir la problemática de malezas en trigo, cebada y otras siembras de invierno. El sur, con problemas de raigrás y crucíferas, y el resto con problemas muy puntuales o nada con esas especies”.

Esa diferencia de costo, se debe a una cuestión de productos porque se hace necesario usar herbicidas específicos para el control de crucíferas y raigrás que son muchos más caros que si solo se debe controlar rama negra y malezas normales de otoño-invierno, con las cuales el manejo no presenta mayores inconvenientes. 

Tamaño de gota

“En lo que hace a pastillas y tamaño de gota de las aplicaciones, las pastillas de inducción de aire son interesantes por una cuestión de control de deriva, y son muy útiles para pre emergentes o herbicidas sistémicos. Pero si se tiene que usar productos de contacto, no son recomendadas. En lo que hace a herbicidas sistémicos, al tocar la hoja con el producto, el producto puede trabajar sin problemas”, sostiene Mortarini. 

Luego establece diferencias para los herbicidas de contacto y dice: “Si se utiliza un producto de contacto como el Paraquat o un PPO (herbicidas inhibidores de la protoporfirinógeno oxidasa) como el Saflufenacil o alguno de ese tipo, se impone aumentar la cantidad de impactos, para lo cual habrá que utilizar otro tipo de pastillas, como abanico o cono”.

“Las pastillas con inducción de aire son para controlar deriva y aplicar sistémicos sin cultivo arriba de la maleza que la proteja, porque en tales circunstancias, se complica la llegada de las gotas grandes. Si se quiere llegar abajo, es necesario trabajar con gotas chicas”, concluye el Ing. Mauro Mortarini.  

Por Juan Raggio

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