Desde INTA Manfredi, el experto Diego Villarroel observa el ritmo de adopción de las modernas tecnologías por parte de los usuarios, detallando algunos factores que ayudan en el proceso y otros que lo ralentizan. 

Las plataformas digitales agilizaron la adopción de agricultura digital por parte del productor, “estableciendo un ecosistema formado entre distintos fabricantes de equipos, el cual facilita la gestión de la información y el análisis de datos para aplicarlos al mejoramiento de las campañas siguientes”, afirma Diego Villarroel, un estudioso de la agricultura digital, que desarrolla su actividad profesional en Inta de Manfredi y en la Universidad Nacional de Villa María, Córdoba.

Diego Villarroel, INTA Manfredi

El mismo Villarroel señala que, con la adopción y uso de las nuevas tecnologías, se mejoró y agilizó la recopilación y el análisis de datos. El especialista anticipa que “en los próximos años habrá tres actores que intervendrán en esta agilización de la interpretación de la información”. 

Ellos son, el contratista, que operará una plataforma digital desde sus equipos; el productor, que estará viendo la información y que podrá observar el desarrollo de la tarea contratada; y el asesor será el tercer actor en este proceso. 

El mismo operador que calibre la sembradora, por ejemplo, será también el que ponga a punto el monitor en el que se verán las funciones de esa sembradora tales como, densidad de siembra, carga en los cuerpos, profundidad de siembra y velocidad de siembra.

¿Qué sucede con la conectividad?

Una encuesta de INTA citada por Villaroel, señala que 9 de cada 10 usuarios de plataformas digitales son productores y asesores. También la misma encuesta señala que la conectividad no es tan buena como se necesita y que la misma pierde poder a medida que se aleja de las rutas principales. El 29% de los encuestados respondió que la conectividad es buena, 44% la evaluó como regular, un 23% como mala, y nula un 4%.  

“Entonces, en el análisis de datos, si sumamos regular y buena vemos que totalizan un 73%. Si agrupamos en regular y malo estamos cerca de un 70%, por lo cual el tema conectividad es algo para mejorar en los próximos años”, dijo Villarroel. 

Se puede estimar el nivel de adopción de la agricultura digital, al considerar que, en el 2022, en el 80% de 350 cosechadoras entregadas a los usuarios con la última tecnología, esta no se utiliza, como ser, automatismos, robótica, inteligencia artificial, con balanza para autorregularse en tiempo real, cámaras de alta velocidad para regular la calidad de la cosecha. Las máquinas se ponen a punto como modelos de hace 10 años.

“Por eso digo que otro punto clave es la implementación, es decir que se use la tecnología que ofrece la máquina, y ese es un paso más allá de la adopción, o la inversión en la tecnología. Y el tercer paso es la potenciación de ese uso, que se logra cuando se implementa esa tecnología y se ven sus réditos, con los márgenes de cultivo en  sus resultados”, detalló el especialista.

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