Recuperar el stock ovino y lograr que su carne se sume a la dieta de los argentinos son las principales metas de la Asociación Argentina Criadores Hampshire Down. En el centro del país se comenzaron a crear salas de faena, pero ahora es necesario aumentar la cantidad de animales en producción.

La raza Hampshire Down es un referente en la producción ovina nacional, y de a poco su carne viene ganando lugar en la mesa de los argentinos. Sin embargo, su expansión siempre tuvo un problema de logística: la escasez de plantas de faena.

En este sentido, el prosecretario de la Asociación Argentina Criadores Hampshire Down, tercera generación de criadores en la cabaña La Constancia, del sur santafesino, Luis Gallo, se mostró optimista sobre el desarrollo de la raza y la incorporación de la carne ovina en la dieta nacional.

“La actividad ovina está en las gateras. Hay mucho por hacer en la parte comercial, y cuando logremos que el frigorífico de Venado Tuerto, que ya está listo, empiece con la faena, y varios frigoríficos más, dos en San Luis y uno en La Pampa que abrió a fines de 2024, la actividad de las cabañas irá mejor, porque esto va de la mano con la venta de reproductores”, planteó Gallo.

En tren de promocionar esta carne alternativa la Asociación estuvo presente en la última edición de Expoagro donde incluso se hizo una degustación que estuvo a cargo del reconocido chef Christian Petersen.

Al respecto el cabañero informó que se trató de una alianza con las razas Brangus y Criolla, que compartieron en un patio de comidas las diferentes carnes, y apuntó que “no llevamos mucha carne de cordero para comercializar, pero lo que llevamos se vendió enseguida y la gente se quedó muy conforme. Nos falta un último pasito para que la gente pueda conseguir esta carne en la góndola, y abrir una puerta que creo no se va a cerrar más”.

Gallo destacó, entre las bondades del ovino, que tiene los mismos cortes que el vacuno o el cerdo, y se puede despostar igual, “hasta ahora el problema era que no teníamos frigoríficos, ahora los frigoríficos están, y lo que nos falta es tener mejor número de corderos”.

En este punto, el dirigente lanzó un dato preocupante: “Bajó a menos de la mitad la cantidad de cabezas en Argentina, y no digo que vamos a recuperar los millones que había en los años 80’, pero tenemos que producir corderos para abastecer a los frigoríficos ahora”.

El cabañero también puso en la balanza el aumento del precio de la carne vacuna, y consideró que “la carne de cordero tiene que ser una alternativa por la calidad de producto que tenemos y creo que vamos a lograr incorporarnos en la dieta de los argentinos”.

Curso de jurados

En tren de fomentar la actividad, la Asociación Argentina Criadores Hampshire Down brindó del 11 al 14 de abril una capacitación internacional en el predio de la Sociedad Rural de Palermo con un Curso de Jurados de la raza.

Los encargados de dictar el curso fueron el irlandés Kevin Patrick McCarthy, productor agropecuario con más de 40 años de experiencia en la cría de Hampshire Down, jurado internacional en toda la Unión Europea y jurado de Palermo 2012, y el inglés Adrian Rundle, jurado en Reino Unido de importantes shows, entre ellos Shrewsbury y actual miembro a cargo de la formación de jurados en la Asociación Británica de Hampshire Down, y se desempeñó como jurado en la muestra palermitana de 2022. 

De la actividad participaron 20 cursantes por día, con metodología teórica y práctica, con animales presentes en el predio porteño para hacer las palpaciones y una jura verdadera. 

Además, el sábado 12 se agregaron dos charlas abiertas y gratuitas, donde Carlos Ojea Rullán, enfatizó la importancia de evaluar equilibrio, funcionalidad y características raciales durante las juras ovinas, y Samuel Carnesella (Brasil), expuso sobre las técnicas aplicadas en Brasil para estandarizar y optimizar la selección de ejemplares.

Al cierre de la actividad, Carlos Laborde, presidente de la Asociación de Criadores Hampshire Down, destacó la relevancia del curso y la calidad organizativa: «Haber logrado traer este evento por primera vez fuera de Europa a Argentina y hacerlo en un ámbito histórico como la Sociedad Rural de Palermo, es realmente un honor y una muestra clara del trabajo que estamos realizando».

Por Pablo Salinas

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